La historia de Mila
Mila nació tres semanas antes de lo previsto, cuando ciertas complicaciones llevaron a la necesidad de un parto por cesárea. Mientras estaba en la unidad de cuidados intensivos neonatales, se descubrió que tenía síndrome de Down y un precursor de leucemia.
Mila fue monitoreada a través de una clínica afiliada a St. Jude cerca de la casa de la familia, recibiendo transfusiones de sangre cada vez que fuera necesario, y luego fue referida a St. Jude Children’s Research Hospital. “Ellos sabían qué hacer”, dijo su mamá, Tiffany. “Tan pronto como obtuvieron su diagnóstico, ya tenían definido su plan de tratamiento”.
Mila fue sometida a meses de quimioterapia en St. Jude para tratar su leucemia mieloide aguda. Incluso en esos días en que no se sentía muy bien, ella sonreía y jugaba. “Mila tiene una de esas sonrisas, toda su carita sonríe”, dijo Tiffany. “No puedes evitar enamorarte de ella”.
Mila ama a los perros. Ahora que su tratamiento ha concluido, Mila está en su casa junto a su familia y las mascotas del hogar.
“Cualquiera que contribuye a este lugar, ya sea una gran empresa o esa abuela que dona una vez al mes, estás cambiando la vida de las personas”, dijo Tiffany.
Las familias, como la de Mila, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
No descansaremos hasta que ningún niño muera de cáncer. La búsqueda de curas debe continuar para niños como Mila.