Dona para ayudar a que niños como Yamila regresen sanos a casa
Yamila aparece en un comercial de St. Jude, con ella y sus padres hablando de su historia como paciente.
El mayor deseo o el gran sueño de Yamila es estudiar arte cientos de kilómetros de Puerto Rico, lugar que la vio nacer y crecer junto a su familia. Y desde ya ha comenzado a revisar sus opciones académicas para así comenzar el próximo año. Mientras tanto, ha estado tomando algunos cursos universitarios cerca de su casa.
Sus padres dicen que cuando llegue el día, no planean detenerla. Recuerdan que mientras Yamila estaba recibiendo tratamiento contra el cáncer, su estado de salud le impidió cumplir muchos de sus deseos.
Yamila tenía tres años cuando la diagnosticaron con leucemia linfoblástica aguda. Yamila comenzó el tratamiento en Puerto Rico, pero cuando el cáncer regresó a los seis años, la referieron a St. Jude Children’s Research Hospital.
En St. Jude, Yamila se sometió a un trasplante de médula ósea. Su hermano fue el donante. Cuando Yamila recayó por segunda vez, su tratamiento continuó en St. Jude e incluyó quimioterapia y un segundo trasplante de médula ósea.
Las familias, como la de Yamila, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Hoy, Yamila está en buen estado de salud y acaba de terminar la escuela secundaria, a través de un programa de educación en casa. También, es una ávida amante de los animales y dona su tiempo a grupos locales que ayudan a pacientes con cáncer, así como víctimas de violencia doméstica.
Colección de autorretratos hechos por Yamila que documentan el recorrido de su tratamiento de cáncer.
Entre sus visitas a St. Jude para sus chequeos regulares, le gusta dibujar, pintar y hacer manualidades. Le gusta crear vídeos de Tik Tok junto a su mejor amiga.
Tras haber recibido tratamiento en St. Jude para curar su leucemia linfoblástica aguda, Yamila se prepara para su próxima aventura: la vida universitaria lejos de su hogar en Puerto Rico.
No descansaremos hasta que ningún niño muera de cáncer. La búsqueda de curas debe continuar para niños como Yamila.