Riku y su familia se mudaron de Japón a California en el 2017 cuando tenía 3 años y solo hablaba japonés.
Íbamos al parque y le hablaba a todo el mundo en japonés. Nadie le entendía. Fue un cambio drástico para él.
En 2018, la vida de Riku cambió nuevamente cuando fue diagnosticado con cáncer.
Una resonancia magnética reveló un tumor en su cerebro, así que fue sometido a una cirugía de 10 horas para remover el tumor de un tipo de cáncer cerebral llamado meduloblastoma.
El doctor de Riku lo refirió a St. Jude Children's Research Hospital.
Las familias, como la de Riku, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Incluso después de su cirugía, Riku necesitaba el tratamiento adicional para sobrevivir, como la terapia de protones.
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St. Jude posee el primer centro de terapia de protones exclusivo para niños.
Queríamos que Riku recibiera terapia de protones. La terapia de protones llega más directamente al tumor y protege los tejidos alrededor.
Mientras Riku comenzó su tratamiento en St. Jude, sus padres Noriko y Jun aprendieron rápidamente sobre el hospital y fueron incluidos como miembros importantes del equipo encargado de cuidar a Riku.
“Se preocupan por las más pequeñas inquietudes que pueda tener”, dijo su mamá Noriko.
Nunca había visto un hospital como St. Jude. Sabemos que podemos confiar 100% en todo su personal.
Riku respondió muy bien al tratamiento y ha regresado a casa. “A pesar de su corta edad, Riku es un niño muy fuerte”, dijo Jun.
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