Emma es una niña dulce que llena los corazones de sus padres de alegría. Pero a los nueve meses de haber nacido, ella paro de intentar sentarse o moverse. Sus padres, preocupados por su salud, la llevaron a su médico. Tras varias pruebas, descubrieron que tenia una masa en su cerebro.
Sus médicos les dijeron a los padres de Emma que tendrían mucha suerte si Emma vivía más de un par de días. Ella fue referida a St. Jude Children’s Research Hospital®, donde la diagnosticaron con cáncer cerebral.
El equipo Emma en St. Jude la puso en un plan de tratamiento que incluía ocho rondas de quimioterapia y radiación de protones.
Familias, como la de Emma nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Hoy, Emma está de vuelta en casa. Juega, ríe y vive como una niña saludable de 2 años.
No descansaremos hasta que ningún niño muera de cáncer. La búsqueda de curas debe continuar para niños como Emma.