Krew es el más grande orgullo de su familia. El nunca a conocido a alguien a quien no le regale una brillante sonrisa y un entusiástico saludo. A el le encanta brincar, jugar y hacer a reír a toda persona cerca de él.
Un día, los padres de Krew el encontraron lo que parecía un golpe en la cabeza. Aunque inicialmente pensaron que ere algo benigno, pronto se vieron visitando su hospital local.
Al principio, los doctores pensaron que esta inflamación podría ser una reacción a una picada de mosquito. Eventualmente unas pruebas de sangre revelaron que es lo que le pasaba al niño. Con tan solo siete meses de nacido, Krew fue diagnosticado con leucemia.
Krew fue referido a St. Jude Children’s Research Hospital. A pesar de que él y su familia llegaron al hospital en el medio de la noche, había empleados del hospital esperándolos, listos para hacer todo lo necesario para salvar la vida el dulce niño.
Las familias, como la de Krew, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.