Aaron-James y su hermana, Kay-Leigh, tienen personalidades totalmente opuestas: él es tímido, mientras que ella es extrovertida y habla con todo el mundo. Pero estos hermanos tienen una cosa en común: ambos tienen un trastorno hereditario de la sangre llamado enfermedad de células falciformes.
A Aaron-James, mejor conocido como A-J en su familia, le diagnosticaron la enfermedad de células falciformes cuando su madre, Kay-Ann, era sargento de las Fuerzas Aéreas. Pronto empezó a recibir tratamiento en un hospital no muy lejos de donde la familia estaba residiendo.
Cuando A-J tenía 2 años, Kay-Ann cambió de trabajo. La familia se trasladó y A-J se convirtió en paciente de St. Jude Children's Research Hospital en Memphis, Tenn.
Las familias, como la de Aaron-James, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
St. Jude lanzó su primer gran esfuerzo para entender la progresión de la enfermedad de células falciformes en sus comienzos, y actualmente cuenta con uno de los programas de enfermedad de células falciformes más grandes del país.
A-J es un niño reservado y observador, aunque aparenta ser tímido al principio. Pero una vez que se siente cómodo, sale de su caparazón.
Le encanta comer en el Kay Kafe (la cafetería de St. Jude) y hablar con las enfermeras y los médicos. Se le conoce como un pequeño caballero al que le gusta hacer cumplidos. También le encantan los dinosaurios y es muy bueno identificándolos.