Una misión celebrada en tatuajes significativos
Decenas de pacientes, sobrevivientes, donantes y familiares que han enfrentado el cáncer infantil y recibido tratamiento en St. Jude han optado por hacerse tatuajes significativos que les recuerde, motive y honre esas experiencias. El logotipo del hospital, número de paciente, imágenes de San Judas Tadeo, nombres y fechas de tratamientos son solo algunos de los ejemplos de ellos.
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Juan Sebastián tenía 10 años cuando le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. Fue tratado primero en Bogotá, Colombia y meses después, fue referido a nuestro hospital de investigación en Tennessee.
Al concluir su tratamiento, Juan Sebastián y su madre, María Clara, decidieron tatuarse el brazo izquierdo con el mismo diseño: el logotipo de St. Jude, representado en la silueta de un niño orando. Ambos están agradecidos con el hospital de investigación porque es donde Juan Sebastián fue tratado cuando era niño.
Ahora que es todo un estudiante universitario, Juan Sebastián dijo que el tatuaje también es su recordatorio constante de no obsesionarse demasiado con las pequeñas cosas.
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Adrienne fue diagnosticada con leucemia a sus 2 años y recibió tratamiento en St. Jude. Hoy, es sobreviviente de cáncer y madre de dos adolescentes.
Aunque por muchos años, Adrienne deseó hacerse un tatuaje sobre St. Jude, pudo cumplir su deseo en su aniversario #40 de haber estado en tratamiento. Seleccionó el mes de septiembre de 2022, el Mes de Concientización del Cáncer Infantil para hacerlo y recaudó fondos.
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Juan fue diagnosticado con un tumor cerebral raro a los nueve años. En St. Jude, recibió tratamiento y pudo disfrutar 6 años más de vida con su familia.
Aunque le teme a las agujas, Amelia confesó que su deseo de tener un tatuaje en honor a Juan pudo más. En junio del 2021 logró cumplir su sueño en viaje familiar para la boda de su hermana en México. Su tatuaje está en su espalda y lleva como parte de su diseño las letras de Juan con un corazón azul, los elementos distintivos de Juan, y el símbolo de infinito. “El símbolo infinito es porque mi amor por él nunca se ha disminuido” resaltó.
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Ariana tenía solo tres años cuando fue diagnosticada con tumor cerebral en Japón, donde residía con su familia. Fue referida a St. Jude en Memphis, Tennessee, para tratamiento y alcanzó a vivir 5 años más junto a su familia.
Enrique tomó la decisión de hacerse un tatuaje en honor a su hija cuando tuvo su primer relapso. La razón principal es porque la mayoría de las memorias con Ariana son centradas o relacionadas en St. Jude. “St. Jude es el lugar donde siento que ella está conmigo, por eso, trabajo aquí ahora. Siento que es la única manera de continuar contando su historia y legado. Aunque Ariana falleció tengo demasiadas memorias hermosas en St. Jude con ella” dijo.
St. Jude ha ayudado a incrementar la tasa de supervivencia general de un 20% a más de un 80%, y no descansaremos hasta que ningún niño muera de cáncer.
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"Este tatuaje es un recordatorio de esa meta que a la que uno quiere llegar, de ayudar y darle la oportunidad a otras personas, como St. Jude me dio esa oportunidad de vida"
— Juan Sebastián, paciente de St. Jude