Jean Pierre
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Clase de '22Jean Pierre, diagnosticado con un tumor cerebral, irá a la Universidad de Penn State
Meses después de que la pandemia de COVID-19 impusiera los confinamientos en todo el mundo, Jean Pierre le hizo una petición a sus padres.
Les dijo que quería dejar el pueblo costero costarricense donde viven y trasladarse a la capital, San José, para terminar su educación secundaria. Anhelaba ingresar a una escuela bilingüe que ofreciera más clases de ciencias y lo preparara mejor para la universidad.
“Sentí que no estaba alcanzando todo mi potencial, así que convencí a mis padres para que me dejaran ir a San José”, dijo Jean Pierre. “En la nueva escuela, recibo clases de física y química”.
Jean Pierre, de 18 años, ahora vive con su hermano menor en un apartamento y es responsable de ir a la escuela, estudiar y hacer ejercicio. Los fines de semana conduce a casa, que queda a cuatro horas de la capital, para ver a sus padres.
El adolescente, el mayor de cuatro hermanos, y su padre, Manfred, atribuyen su independencia a su lucha contra un tumor cerebral que le diagnosticaron cuando Jean Pierre tenía 3 años. Fue atendido en St. Jude Children's Research Hospital en Tennessee.
“Desde que era niño, he tenido que acordarme de tomar mis medicamentos, a qué hora y qué cantidad”, dijo Jean Pierre. “Creo que me hizo más responsable”.
A Jean Pierre se le enseñó desde el principio sobre los medicamentos que estaba tomando, su propósito y lo que necesitaba hacer para mantenerse saludable, incluyendo lo que debía comer y qué tipo de actividad física necesitaba hacer. Entonces, aunque es difícil dejar que los niños se vayan de casa, Manfred dijo que pensaba que sus dos hijos estaban listos.
“Esas cosas lo hicieron madurar y siempre ha querido mejorar”, dijo Manfred. “También es una persona que siempre quiere ayudar por todo lo que ha recibido de St. Jude”.
Jean Pierre nació en Estados Unidos. Sus padres estaban a punto de mudarse a Costa Rica, su país natal, cuando los médicos descubrieron el tumor cerebral. El niño se venía quejando de dolores de cabeza regularmente y siempre estaba cansado. Le costaba comunicarse y tenía una sed creciente que no podía saciar.
Le diagnosticaron craneofaringioma un tumor cerebral que crece lentamente y que puede causar una enfermedad grave. El tumor de Jean Pierre se encontró en la glándula pituitaria, una parte pequeña pero importante del cerebro que produce hormonas del crecimineto.
La familia primero fue a un hospital local donde Jean Pierre se sometió a una cirugía, pero después de enterarse de St. Jude, fueron referidos al hospital de investigación en Memphis. Allí, Jean Pierre recibió radioterapia todos los días durante tres meses, dijo su padre. Más tarde recibió terapia del habla y física.
St. Jude me dio una segunda oportunidad y es algo que debo aprovechar y no desperdiciar.
"Hasta que llegamos a St. Jude fue cuando realmente entendimos lo que estaba pasando, dónde estaba el tumor y qué tan peligroso era", dijo Manfred.
Jean Pierre se graduará de la escuela secundaria este año, luego se dirigirá a la Universidad de Penn State, donde quiere obtener un título en ingeniería informática. Su amor por la construcción y el diseño, según Jean Pierre, comenzó en St. Jude.
Cuando era niño, a menudo jugaba con bloques de construcción de plástico mientras esperaba una cita con el médico. Manfred recuerda que el personal del hospital le llevaba Legos a su hijo cuando la espera era más larga de lo esperado.
Años después, Jean Pierre participó en el primer evento de Lego League, una competencia anual donde los participantes investigan y resuelven problemas para luego construir y programar un robot.
A lo largo de los años, Jean Pierre estima que ha construido cientos de kits de Lego, muchos de los cuales compró en sus viajes anuales a Memphis. Sus favoritos son de Star Wars.
Mientras se prepara para mudarse fuera del país para ir a la universidad, dijo sentirse bien preparado para los desafíos que tiene por delante.
"St. Jude me dio una segunda oportunidad y es algo que debo aprovechar y no desperdiciar”, dijo. “También me mostró que soy más positivo con la vida y hago todo al máximo”.
Su padre dijo que, aunque está emocionado de celebrar la graduación de la escuela secundaria de su hijo, el paso más importante en la vida de Jean Pierre este año es que ya no tiene que regresar a St. Jude anualmente para hacerse chequeos. Tuvo su última cita a principios de este año.
“La graduación de la escuela secundaria es bastante buena, lo sabemos, pero la graduación de St. Jude es increíble”, dijo Manfred.
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