La iniciativa de mejora de calidad de St. Jude Children's Research Hospital ha aumentado de manera considerable la tasa de vacunación para la tos ferina, o tos convulsiva, entre su personal de atención al paciente. La tasa de vacunación del 90 % no solo protege mejor a los pacientes, familiares y compañeros de trabajo, dijeron los responsables de la iniciativa, sino que también ofrece un modelo para otras instituciones de atención médica.
El equipo, que incluyó a Elisabeth Adderson, M.D., miembro asociada del Departamento de Enfermedades Infecciosas, publicó un informe sobre su iniciativa en la revista científica Vaccine.
Antes de la iniciativa, aproximadamente el 58 % de los trabajadores de atención médica de St. Jude que tenían contacto con los pacientes habían recibido la vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina (Tdap), dijo Adderson. Si bien este porcentaje es aproximadamente el doble del promedio nacional para los trabajadores de atención médica, Adderson y sus colegas creen que una gran campaña de comunicación podría aumentar ampliamente ese número.
Los médicos clínicos de St. Jude se han visto motivados por el hecho de que la exposición a la tos ferina se ha convertido en un problema importante para los hospitales. “Desde los años 80, ha habido un gran aumento en la incidencia de la tos ferina en las comunidades”, dijo Adderson. “Esto significa que los proveedores y los pacientes la traen a los centros de atención médica. De modo que la vacunación generalizada es absolutamente necesaria para evitar su transmisión. Por supuesto, estamos muy comprometidos en mantener seguros a nuestros pacientes. La mayoría de nuestros pacientes corren un mayor riesgo de sufrir infecciones, de modo que somos muy sensibles respecto a exponerlos a cualquier tipo de riesgo.
“Además, los brotes de tos ferina no solo pueden causar enfermedades graves entre los proveedores y los pacientes, sino que pueden aumentar el ausentismo y los costos de atención médica para el diagnóstico y el tratamiento”, dijo Adderson. “Los estudios han demostrado que las vacunaciones son sumamente rentables, devolviendo entre dos y cuatro veces la inversión”.
La iniciativa Tdap de St. Jude tuvo como objetivo destacar la gravedad de la tos ferina como una enfermedad y educar al personal acerca de la vacuna. “Parece que hubo una pequeña confusión respecto a quién debería recibir qué vacuna y con qué frecuencia debería recibirla; y eso provocó que las personas no recibieran necesariamente las vacunas que deberían”, dijo.
Además del Departamento de Enfermedades Infecciosas, el Grupo de Trabajo de Tdap incluyó al personal del Programa de Salud Ocupacional y al Departamento de Pediatría, entre otros servicios médicos de St. Jude.
Aprovechando los programas dirigidos a aumentar la vacunación contra la gripe, el grupo de trabajo desarrolló una estrategia de comunicación que incluyó un registro mejorado para identificar qué miembro del personal había recibido la vacuna Tdap. El grupo lanzó una campaña educativa en todo el hospital que incluyó elementos en las carteleras electrónicas de “Bicho del mes: Tos ferina” y “Fármaco del mes: Vacuna Tdap”. El grupo también brindó presentaciones acerca de la vacuna en las conferencias clínicas del hospital.
Como parte de la iniciativa, el hospital aumentó la disponibilidad de la vacuna para los enfermeros y los trabajadores por turnos que no podían reservar citas durante las horas de atención al público. El personal no vacunado también recibió correos electrónicos personales de los supervisores del Programa de Salud Ocupacional y de los responsables del hospital. Las comunicaciones realizadas en persona para alentar la vacunación fueron, dijo Adderson, especialmente eficaces.
“Es un extraordinario testimonio de lo dedicadas que están las personas de nuestra institución a la salud de sus compañeros de trabajo y de nuestros pacientes el hecho de que estos atareados altos directivos médicos se tomaran el tiempo de hablar con las personas que no estaban vacunadas”, dijo Adderson. “Explicaron los beneficios de la vacuna contra la tos ferina y los riesgos de no estar vacunado”.
“Descubrimos que tener a alguien que usted conoce y respeta en su departamento que venga a hablarle acerca de la vacunación es un incentivo eficaz para las personas”, dijo.
Como resultado de la campaña, la tasa de vacunación contra el tétanos, la difteria y la tos ferina logró su objetivo del 90 %. El logro proporciona lecciones útiles para otras instituciones de atención médica. “Una lección importante es que usted puede pensar que la información les está llegando a las personas, pero quizás, pero quizás no lo estén registrando”, dijo Adderson. “De modo que individualizar la información y tener una comunicación personal es particularmente importante”.
Aplicar la estrategia de vacunación en instituciones más grandes sería más complicado, dijo Adderson. “Somos una institución relativamente pequeña, de modo que tenemos la ventaja de que las personas de nuestro grupo de trabajo son bien conocidas por las demás personas del hospital. Sin embargo, las instituciones más grandes podrían ser exitosas mediante la identificación de unidades más pequeñas dentro de la institución y personas dentro de esas unidades que puedan ser promotoras del programa”.
El grupo está ampliando la iniciativa de vacunación Tdap de St. Jude para incluir al personal que trabaja en un edificio donde los pacientes reciben atención. El equipo también está realizando encuestas para comprender cómo motivar mejor que las personas se vacunen y aumenten la comprensión de los beneficios.
Otros coautores del trabajo sobre vacunación fueron los representantes del Grupo de Trabajo de Tdap Changhong Jiang, LaQuita Whitmore-Sisco y Aditya Gaur, todos de St. Jude. Los 23 integrantes del Grupo de Trabajo de Tdap incluyeron a Patrick Campbell, Matthew Ehrhardt, Daniel Green, Patricia Flynn, Diego Hijano, Melissa Hudson, Seth Karol, Katherine Knapp, Monika Metzger, R. Ray Morrison, Sheena Mukkada, Alberto Pappo, Raul Ribeiro, Giles Robinson, Jeff Rohman y Jeffrey Rubnitz, todos de St. Jude; y Kenice Ferguson-Paul, Nicholas Hysmith y Wing Leung, todos ex funcionarios de St. Jude.
El proyecto fue financiado por ALSAC, la organización de recaudación de fondos y concientización de St. Jude.