Mujeres Extraordinarias: Surekha Murti-Fehr
Esta paciente de St. Jude ha encontrado la manera de brindar apoyo a otros pacientes que se enfrentan al cáncer.
18 de abril de 2024 • 3 mínimo
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Surekha Murti-Fehr tenía solo 2 años cuando le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. Sus primeros recuerdos están relacionados a su tratamiento en St. Jude Children’s Research Hospital®. Recuerda cuando perdió su cabello o cuando veía televisión junto a su padre, Gopal Murti, quien trabajaba para el hospital.
Surekha estuvo en tratamiento durante cinco años.
Al finalizar esa etapa, terminó la escuela, se casó y tuvo hijos. Mas nunca olvidó el regalo de vida que le dieron en St. Jude.
Había pensado en convertirse en médica y quería trabajar en St. Jude. Pero la vida tenía otros planes. Conoció a su esposo mientras era estudiante universitaria en el este de Tennessee. Se casaron después de que Surekha obtuviera su doctorado en fisioterapia y luego se establecieron en esa área.
Empezó a trabajar en una clínica privada en la que ayudaba a pacientes ortopédicos con diferentes condiciones musculoesqueléticas.
Sin embargo, durante la pandemia, la falta de terapeutas certificados en linfedema en dicha clínica le requería nuevos entrenamientos y un cambio de funciones.
Los terapeutas certificados en linfedema trabajan con pacientes que experimentan hinchazón del sistema linfático, que ayuda al cuerpo a combatir infecciones. Su jefe le prometió a Surekha que, si no se sentía a gusto, podría volver a la ortopedia.
Surekha aceptó, pero realmente no le “entusiasmaba” del todo la propuesta.
Luego, un médico local le pidió si podía recomendarle un terapeuta de linfedema para sus pacientes. Ella se ofreció a atenderlos y recibió varios pacientes diagnosticados con cáncer.
“Básicamente, se convirtió en toda mi profesión. Así que mi clínica pasó a atender únicamente pacientes con cáncer de mama. Es realmente genial”, dijo Surekha. “Algo que no pensé que me iba a gustar en lo absoluto se convirtió en esto, y estoy cumpliendo mi sueño de ayudar a pacientes con cáncer y es como cerrar un círculo”.
Gopal y su esposa, Aruna Murti, dicen ser unos padres orgullosos, pero nunca olvidarán lo preocupados que llegaron a estar.
“El diagnóstico de leucemia que le dieron, simplemente me mató. No pensé que ella fuera a sobrevivir”, dijo Gopal.
Hoy en día, los pacientes con leucemia linfoblástica aguda que son atendidos en St. Jude tienen una tasa de supervivencia del 94%. Sin embargo, ese porcentaje era significativamente más bajo cuando a Surekha la diagnosticaron en la década de 1980.
Después de su tratamiento, a sus padres les dijeron que estuvieran atentos a los efectos secundarios que podrían afectar su físico y retrasar su desarrollo intelectual. También les advirtieron a sus maestros, dijo Gopal.
No obstante, Surekha superó las expectativas.
“Todavía me preocupo por ella”, dijo Gopal. “Pero lo mantengo todo en secreto. Lo que ella ha logrado es increíble. Surekha ha sobresalido excepcionalmente en todo”.
Gopal tiene tres hijas y cuatro nietos, pero Surekha es especial.
“Amo a todos mis hijos, pero Surekha es mi joya”, dijo.
Surekha y su esposo, Robert, tienen dos hijos, Mohan de 9 años y Jaya de 6. Los niños saben que su madre tuvo cáncer, pero aún son demasiado jóvenes para entender completamente lo que eso significa.
Aunque Surekha no vive con temor de que sus hijos puedan desarrollar cáncer, sus padres piensan distinto.
“Nosotros sí. Observamos a todos, a los niños de los vecinos, a cualquier niño que conocemos, siempre los observamos”, dijo Gopal.
Surekha ya no vive en Memphis, pero dijo que, si estuviera en casa, querría trabajar en St. Jude.
“St. Jude salvó mi vida”, dijo.