Mujeres Extraordinarias: Gabby Salinas
Gabby aprendió desde niña a imponerse ante la adversidad al haber sobrevivido el cáncer en tres ocasiones.
18 de marzo de 2024 • 2 mínimo
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Gabby es un vivo ejemplo de perseverancia.
Desde su infancia, aprendió a superar expectativas y desafiar pronósticos, lo que la ha convertido en una profesional destacada en la actualidad.
Como ella misma afirma: “Si soy una buena científica, es porque sé que rendirse no es una opción para mí. Cuando algo no funciona en el laboratorio, ya tengo la lección aprendida de que no me daré por vencida”.
Su historia demuestra su tenacidad una y otra vez.
Gabby ha sobrevivido al cáncer en tres ocasiones.
Nacida en Santa Cruz, Bolivia, a los 7 años su vida estuvo en peligro debido a un diagnóstico de sarcoma de Ewing, un raro cáncer de huesos y tejidos blandos.
En 1996, llegó a St. Jude Children’s Research Hospital ® en Tennessee sin poder caminar debido a la presión del tumor en su espina dorsal. La acompañaban su hermano gemelo, Alejandro, su hermana menor y sus padres.
En St. Jude, encontraron un apoyo inesperado. “Recuerdo que éramos unas 6 familias hispanas en el hospital, lo cual fue muy positivo. Celebrábamos y llorábamos juntos porque sabíamos que atravesábamos lo mismo”, dijo Gabby.
Poco a poco, Gabby recuperó el movimiento en sus piernas. Aunque parte del daño causado por el tumor era irreversible, perseveró a través de difíciles y dolorosas sesiones de terapia física. Su determinación inquebrantable dio sus frutos: logró su objetivo de volver a caminar.
A los 8 años, Gabby vivió una tragedia familiar: un accidente automovilístico en el que perdió a su padre y a su hermana y dejó inmovilizada a su madre, quien estaba embarazada.
Después de sobrevivir al primer diagnóstico de cáncer, también enfrentó dos diagnósticos posteriores de diferentes tipos de cáncer para los que recibió tratamiento en St. Jude.
A pesar de todo, Gabby ha perseverado y continúa aprovechando al máximo cada oportunidad.
“Me motiva ver que mi vida tiene un significado más grande”, explicó.
Crecer en hospitales tuvo un profundo impacto en su manera de ver el mundo y la ciencia. “Tenía mucha curiosidad de niña sobre la medicina y la investigación, así que me enamoré de la ciencia”, dijo. Ese amor la llevó a recibirse en bioquímica en la universidad.
Ya como profesional, regresó a St. Jude como investigadora científica durante varios años. Quería descubrir nuevos fármacos para combatir enfermedades similares a las que pusieron en peligro su propia vida. Además, le inspiraba saber que St. Jude comparte sus descubrimientos científicos con todo el mundo.
“Volver a St. Jude y trabajar con personas que admiraba desde niña fue un sueño hecho realidad. Era como trabajar con familia”, dijo.
Reconoce que enfrentó muchas barreras como mujer y latina en la ciencia, y no quiere ser la única en ocupar esas posiciones. “Por eso también participo en la política, porque como científica tenemos la responsabilidad de comunicar la ciencia de manera amplia”.
A través de sus diferentes roles, Gabby tiene un propósito bien definido: “Quiero usar el tiempo que tengo en el mundo para dejarlo mejor de lo que lo encontré”.