Globos de Esperanza: La paciente de St. Jude que alegra los corazones con sus creaciones
Misheel ofrece sus divertidas creaciones a grandes y chicos
22 de abril de 2024 • 2 mínimo
A sus 11 años, Misheel ha encontrado la manera de hacer sonreír a quienes la rodean.
“No sé por qué, pero disfruto viendo las caras de las personas cuando están felices”, dijo la niña, originaria de Mongolia, que ahora vive en el estado de Illinois.
Su creatividad no tiene límites y eso le ha servido para superar sus momentos más difíciles.
Misheel pasó casi siete meses en tratamiento en St. Jude Children’s Research Hospital® tras ser diagnosticada con cáncer en el verano de 2023.
Sus padres notaron que no importaba cuánta agua bebiera, no saciaba su sed. Pronto, los exámenes revelaron un tumor en su glándula pituitaria.
Poco después, la familia fue referida a St. Jude.
Durante su tratamiento, Misheel a menudo les agradecía a los médicos, enfermeras y demás personal de St. Jude. También aprovechó ese tiempo para aprender a hacer creaciones con globos de colores.
Comenzó con una flor, después una espada, y a continuación, dos variedades de perros.
Quien la ayudó a dominar la técnica de inflarlos y retorcerlos hasta convertirlos en divertidas figuras fue Robert Dunn, su padrino.
Misheel conoce a Dunn a través del Circo UniversalSoul, donde su padre, Gantulkhurr, es parte de un equipo de acróbatas llamado The Nomads.
Dunn visitó a la niña en St. Jude y decidió obsequiarle un regalo especial e inolvidable. Tras su visita, ella no dejó de crear nuevas figuras. Continuó perfeccionando sus habilidades con diseños de un unicornio, un conejo, una jirafa y una mariposa.
Una vez completadas, obsequiaba sus creaciones.
En caso de no saber cómo realizar una figura específica, buscaba tutoriales en internet. Su madre, Undrakh, compartió en un grupo de apoyo para padres de St. Jude que, si sus hijos estaban atravesando días difíciles, Misheel estaría encantada de crear para ellos cualquier figura que desearan.
Se corrió la voz y, de repente, empezaron a llegar las solicitudes de padres de pacientes que querían alegrarles la vida a sus pequeños.
También hizo creaciones de globos para el personal de St. Jude. Les decía: “Hay muchos colores diferentes porque todos ustedes agregaron color a mi vida al curarme”.
De igual manera, ofrecía consuelo a padres de familia que se encontraban en el hospital. En una ocasión, al ver a un hombre llorando en el pasillo de St. Jude junto a sus seres queridos, se acercó y le dijo: ‘Todo va a estar bien. ¿Te gustaría que te haga algo para que te sientas mejor?’. Minutos después, ella le obsequió una tortuga ninja.
Misheel aprendió una valiosa lección de su padrino. Ahora, no duda ni un instante al ver a alguien cabizbajo: mete la mano en su mochila, extrae un globo y comienza a crear un gesto de bondad que tiene el poder de iluminarle el día a grandes y chicos.