Lizzie recibe un nuevo tratamiento para su tumor cerebral a sus 6 años de edad

Luego de un largo tratamiento, Lizzie ha vuelto a casa en Texas; empezó la escuela y, siguiendo los pasos de sus hermanos, aspira a convertirse en triatleta.

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Lizzie acaba de cumplir seis años. Un acontecimiento que sus padres, Mary y Juan, quisieron celebrar con mucho entusiasmo.

Durante la mayor parte de su vida, la pequeña niña ha luchado contra un tumor cerebral. El año pasado, con la ayuda de un tratamiento administrado por St. Jude Children’s Research Hospital, su hija volvió a casa y comenzó kindergarten. Pronto aprenderá a andar en bicicleta y se preparará para convertirse en una triatleta al igual que sus dos hermanos.

Aunque Lizzie ha perdido parte de su visión debido a su tumor, eso no le ha impedido ser una niña activa.

“Ella es una luchadora, éste ha sido un camino desafiante para cualquiera y lo ha manejado como una campeona”, dijo su madre.

Cuando tenía 18 meses, a Lizzie le diagnosticaron glioma del nervio óptico, un tumor cerebral de crecimiento lento. El nervio óptico es el que conecta el ojo con el cerebro. 

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El verano pasado, Lizzie comenzó a recibir un nuevo medicamento que ha demostrado ser prometedor. Desde que empezó el tratamiento en St. Jude, examenes han mostrado que su tumor ha disminuido.

Al cabo de un mes, vieron que había algo de reducción en el tumor, lo que significaba que el medicamento estaba funcionando, dijo Mary.

Para Mary y su esposo, Juan, el hospital y los tratamientos que le ofrecen a su hija han sido una bendición.

Una mirada extraña en sus ojos

“Realmente ha sido una experiencia que me ha cambiado la vida. No sé dónde estaríamos sin esta ayuda,’’ dijo Mary.

Fue la hermana de Mary quien notó que los ojos de Lizzie no se alineaban en la misma dirección.

Los médicos le recomendaron una resonancia magnética.

Momentos después del examen, Mary y su hija se encontraron en el quinto piso de un hospital en Texas, donde se ubicaban los consultorios de los oncólogos.

Pensé ‘oncología significa cáncer, ¿por qué estamos aquí con mi bebé?", recordó Mary. "Creo que fue entonces cuando empezaron a tratar de explicarnos, pero fue el susto de mi vida".

Pronto, Lizzie estaba recibiendo quimioterapia en Texas, donde residía la familia. La niña recibió casi tres años de quimioterapia. El año pasado, durante el chequeo trimestral, y después de suspender la quimioterapia,  Mary se encontró nuevamente en el consultorio de un médico escuchando noticias devastadoras: el tumor había crecido significativamente.

Los médicos le hablaron a la pareja sobre St. Jude y su trabajo con esos tipos de tumores. Así los refirieron a el hospital y, meses después, Lizzie comenzó un nuevo protocolo. 

Nuevo tratamiento trae esperanza

“Estábamos felices de tener un lugar adonde ir, teníamos una opción, porque en ese momento sentimos que no había otra opción nada más qué hacer”, dijo Mary.

En St. Jude, Lizzie comenzó con mirdametinib, un medicamento diseñado para bloquear las proteínas MEK que están hiperactivadas por mutaciones que surgen en gliomas pediátricos de bajo grado (crecimiento lento). Los estudios publicados sobre mirdametinib han demostrado que llega al cerebro, donde se encuentran los tumores, mejor que otros medicamentos disponibles, dijo Giles Robinson, médico de St. Jude e investigador principal del ensayo clínico.

“Esto es realmente emocionante para un grupo de niños porque, aunque crecen lentamente, estos tumores afectan todo tipo de cosas, como la visión, el movimiento adecuado, la cognición y el desarrollo. Si puede administrarles un medicamento y reducir esto, puede aliviar muchos de sus síntomas y hacer que lleven una vida casi normal mientras toman este medicamento”.

Alrededor de dos meses después de que Lizzie comenzara el tratamiento, los médicos vieron una reducción del tumor y su visión dejó de empeorar, dijo su madre. Varios escaneos posteriores han sido todos positivos. Lizzie sigue tomando la medicación en casa.

Durante sus exploraciones más recientes en febrero, se descubrió que el tumor de Lizzie se estaba reduciendo constantemente, dijo Mary.

"St. Jude ha sido una bendición extrema”, agregó Mary.

El tratamiento comenzó durante el verano, por lo que Mary y Lizzie se quedaron en Memphis durante unos meses para que Lizzie pudiera ser monitoreada en caso de  cualquier reacción.

Cuando el verano de 2021 llegaba a su fin, Lizzie y su madre regresaron a casa. En casa, la niña sigue bajo tratamiento.

Mary describe a Lizzie como divertida, inteligente y dulce, ya que fácilmente se gana a la gente con su personalidad. Juan llamó a su hija “luchadora”, quien se siente atraída por los deportes, como el resto de su familia. Después de regresar de St. Jude, la niña comenzó a tomar clases de ju-jitsu junto con sus hermanos. Como familia, también salen a caminar con frecuencia. Y como sus hermanos mayores son triatletas, Lizzie ha dicho que también quiere ser como ellos.

“Tenemos que ponerla en una bicicleta y tiene que crecer un poco, pero es el tipo de persona que es muy determinada”, dijo su papá. 

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