Mujeres Extraordinarias: Angelique C. Graham Harlan
Tras una carrera como enfermera cuidando a los líderes de la nación, Angelique C. Graham Harlan siente que está de regreso a casa, recaudando fondos para St. Jude.
6 de marzo de 2024 • 3 mínimo
Español | English
Mucho antes de graduarse de enfermería, Angelique C. Graham Harlan tenía una visión clara de qué tipo de profesional quería ser. Su inspiración venía de las enfermeras de St. Jude Children’s Research Hospital. Cuando le diagnosticaron cáncer de sangre en 1988 y la remitieron a St. Jude, recuerda cómo las enfermeras se sentaron con ella y le explicaron en detalle su diagnóstico y cómo funcionaba cada quimioterapia.
Aunque tenía sólo 15 años, Angelique quería saberlo todo. Al notar su curiosidad insaciable y el amor por la lectura que la caracterizaban, las enfermeras la trataban como una colega.
Además de su admiración por las enfermeras del hospital de investigación, Angelique deseaba seguir los pasos de su madre, quién también era enfermera y parte crucial de su tratamiento.
Un día, cuando Angelique desarrolló un extraño moretón en el muslo izquierdo después de una práctica de baile, su madre actuó con rapidez y solicitó ayuda a su médico de cabecera.
Durante su primer trasplante de médula ósea y una punción lumbar, fue también su madre quien la sostuvo y calmó sus nervios. Ayudada por las enfermeras de St. Jude, fue su madre la que afeitó delicadamente la cabeza de Angelique cuando comenzó a perder cabello debido a la quimioterapia.
Angelique recuerda ese momento, pero sin lágrimas.
“Ya estaba preparada. Me habían dicho lo que podía esperar, así que lo sabía y no me asustaba”, dijo Angelique. “Aparte, había visto a todos los demás niños y sabía que (mi pelo) volvería a crecer aún mejor de lo que estaba”.
La fuerza de Angelique durante el tratamiento provenía de un largo linaje de mujeres y hombres en su familia. Y se enorgullece de que muchos de sus ancestros eran educadores, y prosperaban gracias a su búsqueda constante de información y, según Angelique, “a su gran determinación”. Además, esa sensación de “ser invencible”, la atribuye a la mentalidad típica de los adolescentes, así como a su fe en Dios y en St. Jude.
Su carrera como enfermera la llevó hasta el Walter Reed National Military Medical Center en el estado de Maryland, adonde trabajó durante años en la unidad de oncología junto a veteranos en servicio activo, incluyendo algunos de los más altos dirigentes de Estados Unidos.
“Todo lo que aprendí como paciente de cáncer en St. Jude, lo apliqué en el tratamiento de mis pacientes adultos, tanto en servicio activo como jubilados, que también luchaban contra el cáncer”, dijo Angelique. “Revisaba todos los detalles con mis pacientes, les informaba sobre los medicamentos para que pudieran participar activamente en su propio cuidado”.
A partir de la pérdida de su madre en 2021, Angelique tomó una decisión drástica en su carrera. Ahora trabaja en ALSAC, la organización de concientización y recaudación de fondos de St. Jude. “Es realmente completar un círculo (en mi vida), según la voluntad de Dios”, dijo Angelique, quien ahora vive con su esposo y dos hijos.
Sin embargo, admite que tenía aún una promesa por cumplir.
“Yo le prometí a mamá que terminaría mis estudios en su honor, y lo hice”, dijo.
En 2023, Angelique se graduó summa cum laude de Samford University’s Moffett & Sanders School of Nursing, obteniendo su doctorado en enfermería. Al conquistar esa meta, pudo sentir junto a ella el espíritu de su madre.
“Soy una niña de papá, pero mi mami era mi todo”, dijo Angelique.