Gemima honra a su hija Bertha con un emotivo tributo y agradece a St. Jude

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Mi hija Bertha era una niña súper alegre, amable, agradecida y muy buena estudiante. Le gustaba jugar básquetbol. Además, cantaba y tocaba algunos instrumentos musicales, pero su favorito era la guitarra. Lamentablemente, en 2012, a sus 13 años, fue diagnosticada con sarcoma de Ewing, un tumor canceroso que por lo general comienza en los huesos. Ella recibió tratamiento en un hospital cerca de nuestra casa en Georgia. 

Estuvo bien, pero a los 16 años tuvo una recaída. Los médicos nos dieron un pronóstico terrible. El oncólogo nos dijo que habían referido el caso de Bertha a St. Jude Children’s Research Hospital® en Memphis, Tennessee. Yo les dije que era la decisión de Bertha, ya que era ella quien estaba pasando por todo eso. Ella no lo pensó y dijo que iba a luchar todo lo que pudiera. 

Bertha comenzó tratamiento en St. Jude, un proceso largo y doloroso. Pero cuando podía, hacía su vida normal como cualquier joven de su edad. Asistió a un colegio técnico, trabajó y comenzó clases en la universidad. También participó en manifestaciones sobre temas importantes para ella, con sus muletas en mano.

Bertha falleció el Dia de los Padres en 2022. Ella esperó el momento en que estaba rodeada de los seres que más la amábamos y se aseguró de que yo no estuviera sola. 

Hasta el día de hoy, le doy gracias a Dios por habernos puesto en el hospital St. Jude. Le doy infinitas gracias a St. Jude por toda la atención que le dio a mi hija y por permitirme estar más años con ella. No solo fueron más años, fue la oportunidad de crecer como familia. La oportunidad de disfrutar más de Bertha, de hacerle saber cuánto la amábamos, de crear muchas memorias juntas y de dejarle saber lo orgullosos que estamos de ella.

Yo también aprendí mucho de mi Bertha. Y lo sigo haciendo: aprendí a ser fuerte, a ser fuerte a pesar del dolor; a ser fuerte teniendo un gran vacío en mi corazón por su ausencia y aprendí a ser fuerte con sus recuerdos. Son sus recuerdos los que me hacen fuerte.  

Aprendí a preocuparme un poco menos por mí y un poco más por los demás, porque no importa lo difícil que sea la situación que estés pasando, siempre hay alguien más que la está pasando peor. Deberíamos aprender a preocuparnos por vivir un día a la vez, como ella lo vivía. Ella decía: "Preocúpate por hacer el bien hoy porque mañana no sabemos qué va a pasar".

Termino diciendo que Bertha por siempre será una estrella en el cielo que nunca se apagará.