Un lazo de amor: La historia de fortaleza de dos hermanas
Alexandra completó su entrenamiento militar inspirada por su hermana Camila, quien es paciente de St. Jude.

18 de marzo de 2025 • 5 mínimo
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Alexandra, vestida con su uniforme caqui y una gorra cuidadosamente colocada en su cabeza, se mantenía erguida junto a los otros soldados que se graduaban ese día de junio.
Sus ojos miraban al frente, pero en su visión periférica se percató que sus padres, Ana y Jesús, se le acercaban. En los brazos de su papá estaba Camila, su hermana menor, luciendo un vestido rosa brillante y un lazo en la cabeza. Alexandra apretó los labios para contener las lágrimas.
Había llegado el momento de su graduación. Después de diez agotadoras semanas de entrenamiento básico en la Guardia Nacional del Ejército de los EE. UU., Alexandra había terminado.
Había elegido a su hermanita Camila para que tuviera una participación especial durante la ceremonia. La niña de 3 años, quién recibía tratamiento contra el cáncer, sería la encargada de hacer el tradicional "tap-out". En el ejército, el tap-out es una costumbre en la que un soldado graduado debe permanecer inmóvil, en posición de atención, hasta que un ser querido los toque en el hombro o los abrace, liberándolo de la formación.
Cuando la pequeña mano de Camila alcanzó a Alexandra, sintió una ola de emociones. Primero abrazó con fuerza a su madre. Luego extendió los brazos hacia Camila y, mientras la sostenía, le habló.
"Te extrañé", susurró, mirando a los ojos de la niña antes de secarse las lágrimas.
Durante su entrenamiento básico en Fort Jackson, Carolina del Sur, a unas ocho horas de su casa en Kentucky, Alexandra a menudo pensaba en Camila cuando necesitaba motivación. Camila, la menor de seis hermanos, había sido diagnosticada con cáncer en septiembre de 2023 y era una paciente de St. Jude Children's Research Hospital® en Memphis, Tennessee.
A veces, Alexandra tenía la esperanza de que algún día Camila volvería a ser la niña de siempre desarrollándose con la personalidad alegre que la caracteriza. Pero otros días, se preguntaba si el pequeño cuerpo de su hermana sería capaz de resistir el tratamiento.
"Sé que tienes que ser positiva en estas situaciones, pero también es algo negativo, por lo que a veces entran pensamientos negativos", dijo.
Un diagnóstico de cáncer
Camila fue una alegre sorpresa para Ana y Jesús, una pareja mexicana que estaba criando a cinco hijos. Durante el embarazo, la pandemia de COVID-19 obligó a la familia a aislarse, lo que hizo que la llegada de la bebé fuera como un rayo de esperanza. Camila era una bebé tranquila, rara vez lloraba. Siempre se le veía sonriente y recibía constantes gestos de amor. Era adorada por todos sus hermanos, especialmente por sus hermanas, Alexandra y Diana.
En el verano de 2023, mientras Alexandra se preparaba para ir a la universidad, Camila comenzó a sentir dolores abdominales y perdió el apetito. Ana notó que el estómago de Camila había crecido y se sentía duro, lo que llevó a que le realizaran más pruebas durante una visita de emergencia a un hospital local. Camila fue ingresada al hospital, donde las pruebas revelaron que tenía un tumor de Wilms, el tipo de tumor renal más común en los niños. Fue diagnosticada pocos días antes de cumplir tres años. Sus padres cancelaron su fiesta de cumpleaños y rezaron para poder celebrar futuros cumpleaños con su bebé.
A los pocos días de su diagnóstico, Camila se sometió a una cirugía para extirparle el riñón izquierdo y varios tumores en el hígado. Luego fue referida a St. Jude para recibir tratamiento adicional, ya que cumplía con los criterios del estudio clínico SJWT21. Este estudio investiga el uso de la radioterapia con haz de protones para reducir el campo de radiación y tratar el tumor de Wilms sin dañar el tejido cercano. El tipo de tumor de Wilms que tenía Camila a menudo requiere cirugía, quimioterapia y radioterapia. La radioterapia con haz de protones puede administrar la mayor parte de la radiación dentro del tumor, causando menos daño al tejido circundante.
"Sentí alivio de que ella iba a tener una mejor oportunidad en St. Jude", dijo Ana.
En St. Jude, los médicos descubrieron que el cáncer se había extendido a los pulmones de Camila. El tratamiento comenzó con radiación con haz de protones dirigida a los pulmones, el hígado y el área alrededor del riñón. Debido a la propagación del cáncer, también recibió más de 30 semanas de una quimioterapia compuesta por cinco agentes quimioterapéuticos distintos. Poco a poco, Camila empezó a sentirse mejor. Recuperó el apetito y su energía.
“Aquí tengo mucha esperanza", dijo Ana mientras estaba en St. Jude.
Mientras la familia procesaba el diagnóstico de Camila, a Alexandra le tocaba mudarse a su dormitorio en la universidad. Al enterarse del cáncer de su hermana, Alexandra decidió dejar la universidad y unirse a la Guardia Nacional para apoyar económicamente a su familia. Pensó que era la mejor manera de ayudar a su mamá, quien tuvo que dejar su trabajo para enfocarse en Camila.
Alexandra colgó fotos de Camila en su casillero durante el entrenamiento básico
"Mi mamá ya no podía pagar la universidad y no quería que se preocupara por pagarla", recordó Alexandra sobre su decisión. "De esta manera, el ejército podría pagar mi universidad, y el dinero que obtendría podría dárselo a mi mamá”.
Alexandra había participado en el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva (ROTC, por sus siglas en inglés) en la escuela secundaria. Había considerado la posibilidad de unirse al ejército antes de optar por inscribirse en la universidad. Esta vez, eligió la Guardia Nacional porque, después del entrenamiento, le permitiría estar en casa y continuar entrenando un fin de semana al mes, dejando abierta la posibilidad de algún día unirse al ejército a tiempo completo.
Ana y Camila se mudaron a Memphis mientras la pequeña recibía tratamiento. Se quedaron en The Domino's Village, que ofrece alojamiento a corto y largo plazo para pacientes y familias de St. Jude. Las casas de acogida permiten que algunos pacientes reciban parte de su tratamiento de forma ambulatoria, brindándoles a ellos y a sus familias una sensación de hogar. Esto puede proporcionarles cierto consuelo cuando se separan geográficamente de sus seres queridos debido al tratamiento. Las familias nunca reciben una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación - para que así puedan enfocarse en ayudar a sus hijos a vivir.
Mientras esperaba para asistir al entrenamiento básico, Alexandra y el resto de la familia visitaban St. Jude para ayudar a cuidar a Camila.
Durante esas visitas, fue duro para Alexandra ver a Camila cansada y enferma. Fue aún más difícil dejarla para ir al entrenamiento.
Cuando Alexandra llegó a Fort Jackson a principios de abril de 2024, a Camila todavía le quedaba un mes de quimioterapia Alexandra colgó fotos de Camila y su mamá en la puerta de su casillero como un recordatorio constante de lo que más importaba en su vida.
“Me recordó que todo lo que estaba haciendo era por ella y por su salud", dijo.
En el entrenamiento, los días de Alexandra estaban llenos de clases, actividades físicas y largas marchas. A menudo se enfocaba en Camila para superar los momentos más difíciles. Camila terminó el tratamiento en mayo de 2024 y regresó a su casa poco después. Actualmente, regresa a St. Jude para chequeos regulares. Sus exámenes más recientes no muestran evidencia de cáncer. Su salud sigue mejorando.
Alexandra terminó el entrenamiento básico ese junio. Sus padres, Camila y sus otros hermanos, Jesús, 21, Diana, 17, Jovanni, 15, y Anthony, 11, hicieron el largo viaje a Fort Jackson. Habían extrañado a Alexandra y no podían esperar a verla en persona. Llevaron globos y regalos.
Cuando Alexandra se formó el día de su graduación, sintió una sensación inmensa de logro. El largo recorrido que comenzó con el diagnóstico de cáncer de su hermanita había cerrado el círculo. Al mirar a los ojos de Camila, Alexandra recordó por qué eligió este camino. Camila no solo fue su inspiración, sino también su luz en los momentos más oscuros. Unirse a la Guardia Nacional no fue solo un logro personal. Fue un compromiso para proteger y servir a los demás, inspirado por la fuerza y la unidad de su familia.
