Gimnasta, recaudadora de fondos y agente de cambio
Conozca una talentosa adolescente comprometida a unir fuerzas para apoyar la misión de St. Jude.
27 de agosto de 2024 • 3 mínimo
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Eliza Flores no es una típica adolescente. A sus 17 años, irradia confianza y se hace notar al hablar. No le cuesta hacer preguntas ni hacer nuevos amigos.
Es elocuente, decidida, y, lo más importante, tiene una gran pasión por ayudar a los demás.
"Le encanta ser voluntaria y no solo eso, sino que le gusta involucrar a otras personas en el voluntariado", dice su madre, Christy. "Tiene esa estrella y esa determinación... es todo lo que desearía haber sido a su edad”.
Durante la semana, Eliza se mantiene ocupada. Practica gimnasia durante cuatro horas todos los días, va a la escuela y encuentra tiempo para involucrarse en varias actividades a beneficio de St. Jude Children's Research Hospital® cada mes. "Siempre está preguntando, ‘¿qué más puedo hacer por los niños de St. Jude?’", dijo Christy.
Eliza confiesa haber encontrado inspiración en casa, reconociendo que fueron sus padres quienes le inculcaron la importancia de ayudar a la comunidad.
"Siempre he estado involucrada en el voluntariado. Creo que es muy bueno para tu comunidad y también para ti y tu salud mental", dijo Eliza.
Sus hermanos, José y Noé, comparten su dedicación y también han recaudado fondos para St. Jude a través de su participación en Tau Kappa Epsilon (TKE), una fraternidad universitaria cuya principal institución benéfica es St. Jude. En lo que va de año, TKE ya logró un récord de recaudación de $1.285 millones. Sin embargo, su objetivo para la próxima década es contribuir $10 millones, y ya han avanzado de manera significativa, recaudando $6 millones.
La trayectoria de Eliza con St. Jude comenzó en 2023 con su primera iniciativa de recaudación de fondos, denominada "Lunes Mexicanos".
Después de una reunión con su padre, quien es dueño de una cadena de restaurantes mexicanos, acordaron que ella recibiría el 10 porciento de las ganancias de todos los restaurantes el primer lunes de cada mes. Lo recaudado sería entonces donado a St. Jude. A lo largo de varias semanas, la iniciativa recabó más de $6,000.
Eliza, quien reside en Tennessee, aprendió a organizar eventos de recaudación de fondos como miembro de The St. Jude Leadership Society (SJLS), un programa filantrópico para estudiantes de secundaria que les permite desarrollar su liderazgo y apoyar la misión de St. Jude.
Este año, además, es mentora de otras adolescentes que pertenecen a dicho programa, con quienes comparte estrategias de recaudación de fondos para que ellas también puedan tener un impacto positivo.
Al hablar del tema, se muestra optimista sobre sus compañeras y la generación que representan.
“Creo que todos nosotros queremos ver bondad en el mundo y ver cambios positivos, y el voluntariado va de la mano con esa idea. Mantenernos positivos y motivar a otras personas ayudará a mi generación a hacer del mundo un lugar mejor para nuestros hijos cuando seamos mayores”.
Compasión y compromiso
Eliza recuerda claramente su primera visita al campus de St. Jude, lo que solidificó su compromiso y le hizo darse cuenta del alcance que tienen sus eventos de recaudación de fondos.
“Creo que es increíble que ninguna familia reciba una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje o alimentación, y el hecho de que este hospital reúna a tantas personas a través de donaciones que benefician a niños de todo el mundo”, dijo.
Eliza, nacida y criada en Estados Unidos, se identifica como bicultural. Su padre es mexicano y su madre es mexicoamericana.
“Me llena de orgullo representar ambas culturas, porque eso es lo que me ha hecho ser quien soy hoy”.
Eliza tiene en marcha varios proyectos que benefician al hospital de investigación, incluido "Noche de Padres", una iniciativa que organiza una vez al mes. Este evento, apoyado por voluntarios, permite a los padres dejar a sus hijos unas horas a cambio de un pago, para poder disfrutar de una noche fuera de casa mientras los niños juegan en el centro de gimnasia donde Eliza practica diariamente.
En mayo, organizó un evento de recaudación de fondos en una bolera con más de 70 equipos, y todos los ingresos se destinaron a St. Jude.
Un mes después, recibió un premio de St. Jude por sus esfuerzos de recaudación de fondos, que han resultado en aproximadamente $11.000 en un periodo de dos años.
A pesar de haber superado una profunda discapacidad del habla, Eliza está a un año de graduarse de la escuela secundaria y aspira estudiar alguna carrera del campo de la salud, sin dejar a un lado su trabajo voluntario.
“Desde el primer evento en el que participé, supe que ayudar a St. Jude era algo que quería seguir haciendo el resto de mi vida. ¡Me encanta!".