Otro año inolvidable para Katherin: “era hora de poner mis deseos en acción”
Esta joven guatemalteca reconoce que contar lo que ha vivido a partir de un diagnóstico de cáncer se ha convertido en una misión personal que la motiva a superarse día a día
3 de diciembre de 2022 • 3 mínimo
Su espíritu deportista la ha acompañado desde niña.
Durante su segundo año de universidad, en 2015, Katherine era una chica muy activa y entusiasta. No descuidaba su alimentación, practicaba el futbol y le encantaba tocar el piano en la iglesia.
Pero un día tuvo que hacer una pausa obligada.
Sintió un extraño dolor en el esternón, el hueso ubicado en el centro del pecho que cubre el corazón.
“Ese dolor no se iba, así que descansé. Pero al poco tiempo descubrí que tenía un abultamiento y fue cuando empecé a ir a los médicos”, recordó.
Fueron momentos de gran angustia. Finalmente, sus doctores le confirmaron que tenía cáncer. “Fui referida a St. Jude Children’s Research Hospital y desde el momento en que llegamos —a pesar de no saber exactamente qué estaba pasando conmigo— me sentí llena de paz, con esperanza de que aquí cuidarían de mí”, indicó.
Katherin contó que, durante los 9 meses siguientes, fue sometida a cirugías y tratamientos, pero siempre se sintió como en casa.
“Cuando terminé mi última ronda de quimioterapia fue un momento emocionante, un gran hito en mi vida. No fue fácil llegar hasta el final, pero me sentí fortalecida”, dijo. Y fue justamente ese logro el que le ha llevado a cumplir otra gran meta: participar en el St. Jude Memphis Marathon® Weekend. Se trata del mayor evento de recaudación de fondos, de un solo día, a beneficio de este hospital.
“Había querido inscribirme anteriormente, pero este año me puse a pensar que ya era hora de poner mis deseos en acción. Me motivé aún más porque es una forma de mostrar mi agradecimiento y a la vez apoyar todo lo que hacen en St. Jude por los pacientes y sus seres queridos”, agregó. Y es que las familias nunca reciben una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación– para que así puedan enfocarse en ayudar a sus hijos a vivir.
Algo que ha aprendido esta sobreviviente luego de su lucha contra el cáncer es vivir cada día al máximo y disfrutar cada momento, tal y como ha hecho durante el entrenamiento de este evento deportivo.
Inició corriendo entre 2 a 3 millas diarias.
Sin embargo, “poco a poco comencé a aumentar la distancia, hasta que llegué a correr entre 8 a 10 millas. Siempre con un día de descanso. Y la verdad es que no soy una experta, ¡pero me he divertido al ver qué es lo que me funciona mientras me preparo!”, explicó.
Un encuentro de ensueño
Ahora Katherin solo acude a St. Jude cada cierto tiempo para sus revisiones médicas de rutina.
Sin embargo, en marzo, fue contactada por el hospital sin imaginarse que la invitarían a vivir una experiencia memorable.
La llamada llegó sin previo aviso.
Su teléfono sonó a media mañana mientras estaba en el trabajo. “Me pidieron que viajara al hospital, en Memphis, Tennessee, porque querían que compartiera mi historia con una invitada que tendrían”, recordó.
La invitación llegó un miércoles y la cita era el viernes.
Katherin aceptó. Empacó maletas. Y emprendió el viaje junto a su madre.
Pero no fue hasta unas horas antes del encuentro que se les informó que conocerían en persona a la primera dama de Estados Unidos, la doctora Jill Biden. “Qué bendición para mí como hispana llegar allí y poder compartir con ella. Estaba nerviosa, pero muy emocionada”, dijo con una amplia sonrisa.
“Fue muy amigable, atenta, y verla directamente a los ojos fue hermoso, una experiencia inolvidable. Es una persona muy compasiva”.
La Dra. Biden tomó a Katherine de las manos mientras la escuchaba atenta contar su historia con St. Jude.
“Una de las cosas más difíciles de un diagnóstico de cáncer es esa sensación que te paraliza de impotencia”, comentó la primera dama, en inglés, durante su visita a St. Jude. “Pero aquí en St. Jude, al escuchar sobre tantos instrumentos de vanguardia para enfrentar esta enfermedad, recordamos que no estamos desamparados. Estamos viviendo en un momento de posibilidades increíbles. Estoy muy inspirada por todas las cosas que suceden aquí”.
Meses más tarde, en octubre, Katherin recibió otra invitación para regresar al hospital. Esta vez, participaría en un panel acompañada de otros pacientes para contar públicamente su testimonio ante medios hispanos de todo el país.
“Nadie tiene el mañana asegurado. Eso lo aprendí en St. Jude. Y estoy agradecida, muy agradecida, por la segunda oportunidad que he recibido. Es por esa razón que hoy me comprometo a seguir compartiendo mi historia y a superarme día a día”, dijo.