Su hijo está por terminar el tratamiento y esto significa que tanto usted, su hijo y el resto de la familia tendrán que adaptarse a la vida en su hogar. La transición entre el tratamiento al seguimiento en el hogar puede ser un cambio muy bienvenido pero también puede ser estresante.
Esta guía instructiva enumera alguna de las cosas que usted puede hacer para ayudar a su hijo a vivir lo más normalmente posible. Estos consejos también pueden servirles a su familia y amigos con la transición del tratamiento.
¿Cómo puedo ayudar a mi niño?
Los niños de todas las edades pueden estar muy ansiosos cuando terminan el tratamiento, pero es posible que tengan dificultades para demostrarlo o para decir cómo se sienten. Aquí les damos algunos consejos para ayudar a los niños de diferentes edades.
Cómo ayudar a su bebé de 0 a 12 meses
Es posible que los bebés en tratamiento tengan menos oportunidades de las normales de explorar el mundo que los rodea y alcanzar los niveles de desarrollo de acuerdo a su edad. Después del tratamiento, es posible que su bebé comience a desarrollarse más rápidamente.
Crear la confianza en los padres y los cuidadores es una parte importante del desarrollo del bebé. Esto le ayudará a separarse de ellos sin angustiarse demasiado. Después del tratamiento, es posible que su bebé pueda separarse de usted fácilmente en el hogar o en otros lugares que le son conocidos, puede que se aferre a usted durante las visitas a la clínica o en lugares nuevos.
Usted puede:
- Ofrecerle posturas cómodas en las visitas (lea la guía Sabe usted…Posiciones cómodas ) ,y
- De ser posible, intente que el cuidador sea siempre la misma persona.
Cómo ayudar a su hijo pequeño de 13 a 36 meses.
Es posible que muchos niños pequeños actúen como si fueran bebés durante el tratamiento. Por ejemplo, el entrenamiento en el control de esfínteres puede ser más lento; separarlos de los padres o los cuidadores puede ser complicado, y los ataques de caprichos pueden aumentar. Ayude a su niño a adaptarse a la vida en el hogar siendo consecuente y fijando límites. Usted puede:
- Brindarle opciones a su niño cuando sea posible para ayudarlo a ser más independiente, y
- Permítale jugar y expresar sus emociones de la manera más útil.
Cómo ayudar a su hijo de 3 a 5 años
Los niños en preescolar necesitan límites consecuentes en el hogar. Durante el tratamiento su hijo puede haber recibido más atención, juguetes y otros regalos. Cuando este tipo de atención ya no existe después del tratamiento, su hijo puede sentir que lo están castigando. Le tomará algún tiempo adaptarse a ser un niño normal. Usted puede:
- Ofrecerle más oportunidades para jugar libremente y actividades artísticas que lo ayuden a expresar sus emociones, y
- Responder a sus preguntas lo más honestamente posible en palabras que él pueda comprender
Cómo ayudar a su hijo de 6 a 9 años o pre adolescente de 10 a 12 años
Si su hijo no ha ido a laescuela por mucho tiempo consulte con el especialista de Child Life sobre el programa de reincorporación a la escuela, o con la maestra de su hijo en St. Jude. El programa de reincorporación podrá ayudar a la maestra de su niño y a sus compañeros a conocer el diagnóstico de su niño, el tratamiento, los efectos de la enfermedad y del tratamiento. Si los maestros y compañeros están bien informados podrán ayudar a su niño a reinsertarse en la escuela.
Los niños en edad escolar pueden preguntar por qué terminó el tratamiento y qué pasará en el futuro. Usted puede:
- Ser honesto y responder las preguntas lo más completas posible, y
- Explicar a los compañeros de su hijo cuál es la mejor forma de pasar tiempo con él.
Cómo ayudar a su hijo adolescente o adultos jóvenes de 13 a 19 años
Entre los desafíos que tienen que enfrentar los adolescentes y adultos jóvene se incluyen volver a sus amigos, sus compañeros de clase, y compañeros de trabajo, volver a reincorporarse en los clubes y en equipos; elegir la universidad; y desarrollar una carrera. Los tratamientos del cáncer pueden afectar todas estas actividades.
Si bien muchos adolescentes intentan superar el tratamiento y no mirar el pasado, esto en realidad puede causar más problemas. Usted puede:
- Ayudar a su hijo adolescente o joven adulto a comprender que la finalización del tratamiento no significa que no necesite atención médica.
- Compartir información con sus pares y entrenadores respetando la privacidad de su hijo, y
- Recordarle a su hijo adolescente o joven adulto que volver a la vida normal lleva tiempo.
¿Puede el equipo de St. Jude de mi hijo ayudarlo con la transición?
Si. Entendemos que usted y su hijo pueden sentirse perdidos sin el tratamiento de St. Jude para la familia. Hablar con el equipo sobre la transición en el tratamiento de su niño puede ser de ayuda. Quizá usted quiera hablar de las siguientes inquietudes:
- El plan de seguimiento de su hijo y los efectos del tratamiento a largo plazo
- Los efectos emocionales del tratamiento en un niño, sus hermanos, y padres
- Los futuros planes escolares de su hijo
- Como atender las necesidades de los hermanos de su hijo
¿Cómo puedo ayudar a los hermanos?
Es normal que los padres se centren en el hijo enfermo durante el tratamiento. Los hermanos y hermanas de su hijo posiblemente necesiten ayuda para sobrellevar sus sentimientos y adaptarse a tener a su hermano de vuelta en el hogar. Aquí le damos algunos consejos sobre lo que usted puede hacer:
- Intente establecer las mismas expectativas para todos sus hijos, tales como participar en las actividades familiares, realizar algunas tareas domésticas, respetar las reglas, y compartir la atención.
- Pase tiempo o haga algo especial con cada uno de sus hijos en forma individual.
¿Y si mi familia tiene problemas para adaptarse?
Si usted o cualquiera de sus hijos tiene dificultades para adaptarse a la vida en el hogar, hable con amigos, maestros o con un consejero. A veces los consejeros pueden ayudar a los niños a expresar sentimientos que quizá no comparten con los padres. Pregúntele al médico de su hijo acerca de los consejeros de su zona. Los camps y los grupos de apoyo le brindan a los niños con similares antecedentes de salud la oportunidad de divertirse juntos y de hablar de sus experiencias.
¿Y si yo necesito ayuda, también?
Sabemos que el equipo de su hijo en St. Jude también le brindó apoyo a usted, y es probable que usted eche de menos ese apoyo cuando vuelva a su hogar. El final del tratamiento de su hijo también puede provocar muchas emociones diferentes para los padres. Nuevas fuentes de apoyo pueden colaborar para afrontar esos sentimientos.
Su equipo de St. Jude puede ayudarlo a buscar apoyo en su hogar, familiares y amigos, consejeros, sacerdotes y también la escuela de su hijo. Cuéntenos lo que le preocupa cuando su hijo esté por terminar el tratamiento de modo que podamos ayudarlo a buscar apoyo en su comunidad de origen.
¿Preguntas?
Si tiene dudas o preguntas acerca de la transición de su hijo del tratamiento, consulte con el equipo de profesionales que lo atienden.
Este documento no intenta reemplazar el cuidado y atención de su médico personal o de otros servicios médicos profesionales. Nuestro objetivo es promover una participación activa en su cuidado y tratamiento proporcionándole información y educación. Preguntas sobre problemas personales de salud u opciones de tratamientos específicos deben ser tratadas con su médico.
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