Si su hijo recibe quimioterapia, puede sentir las manos y los pies entumecidos o débiles por momentos. Esto puede pasar durante o después de un tratamiento y se debe a que los medicamentos de la quimioterapia, a veces, causan problemas de nervios. El término médico para esto es “neuropatía periférica inducida por quimioterapia” o CIPN, por sus siglas en inglés.
La información que sigue le cuenta acerca de los problemas en los nervios derivados de la quimioterapia, si su hijo corre riesgos, cuáles son los signos y qué tratamientos pueden ayudar.
¿Cuáles son los problemas en los nervios por la quimioterapia?
Estos problemas surgen cuando la quimioterapia daña los nervios. Hay tres tipos de nervios diferentes que pueden sufrir daños:
- Nervios sensitivos: controlan lo que vemos, olemos, degustamos y tocamos. Si su hijo tiene un daño en los nervios sensitivos, puede que le diga que siente dolor o puede que no sienta un contacto suave. Un ejemplo de contacto suave es un mosquito en el brazo.
- Nervios motores: controlan el movimiento. Si su hijo tiene un daño en los nervios motores, puede sentir debilidad en las manos o los pies.
- Nervios autonómicos: controlan las cosas que su cuerpo realiza automáticamente (por sí mismo). Esto incluye respirar, digerir alimentos y mantener estable la presión arterial. Los mareos son un (1) signo de daño de los nervios autonómicos.
¿Mi hijo está en riesgo?
Algunos tipos de quimioterapia exponen a su hijo a un riesgo más elevado de problemas en los nervios. A continuación, se presenta un lista de los medicamentos de quimioterapia que pueden provocar daño nervioso:
- Cisplatino
- Citarabina
- Dasatinib
- Temozolomida
- Vincristina
- Vinblastina
Lo que hay que saber
- Si su hijo recibe más de un (1) tipo de quimioterapia, corre un riesgo mayor de sufrir problemas en los nervios.
- Las dosis de quimioterapia más altas elevan el riesgo de sufrir problemas en los nervios.
- Los distintos tipos de quimioterapia dañan distintos nervios. Su hijo puede sufrir más de un (1) tipo de daño nervioso.
Los síntomas, por lo general, desaparecen una vez que su hijo termina el tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, los cambios pueden ser permanentes.
Signos de daño nervioso por la quimioterapia
- Hormigueo, ardor, dolor agudo o calambres musculares en los pies o las manos.
- Debilidad muscular. Su hijo puede tener dificultades con las tareas diarias, como abrir botellas de agua o agarrar objetos.
- Brazos o piernas entumecidos.
- Mayor sensibilidad al contacto. Su hijo puede ser más sensible que lo normal a la ropa, los abrazos u otras sensaciones.
- Dificultad con las actividades que requieran movimientos pequeños, tales como abotonar cosas, enviar mensajes de texto o atarse los zapatos.
- Mareo al levantarse después de estar sentado o recostado.
- Pérdida del equilibrio, tropiezos o caídas frecuentes. Su hijo también puede caminar diferente. Por ejemplo, puede escuchar los pies de su hijo chocar contra el piso al caminar descalzo.
De qué forma puede ayudar la terapia ocupacional
Un terapeuta ocupacional, o TO, puede ayudar al descubrir cómo los problemas en los nervios de su hijo afectan su vida diaria. El terapeuta realiza pruebas a los nervios sensitivos de su hijo, la fuerza y la capacidad de realizar tareas que involucran movimientos pequeños. Entonces, el terapeuta recomendará el tratamiento. El objetivo es ayudar a su hijo a continuar realizando las actividades diarias por su cuenta tanto como sea posible. El tratamiento puede incluir algunas de las siguientes actividades o todas:
- Fortalecimiento. Su hijo puede hacer ejercicios para fortalecer los músculos afectados por problemas en los nervios, como los de las manos o la parte superior del brazo.
- Alivio del dolor. Aprender a aliviar el dolor mediante técnicas de relajación o con ejercicios de respiraciones profundas.
- Habilidades motrices finas. Su hijo hace uso de estas habilidades para tareas que emplean movimientos pequeños. Ejemplos de esto son abrochar algo, atarse los cordones o trabajar con cuentas.
- Escritura. El terapeuta puede darle a su hijo una herramienta para ayudarlo a agarrar un lápiz o hacerlo practicar sus habilidades de escritura manuscrita.
- Órtesis. Una órtesis es una pieza de material que ayuda a dar apoyo a una parte del cuerpo. Por ejemplo, puede envolver la muñeca de su hijo para mantener la mano o la muñeca en la posición correcta.
- Adaptaciones. Una adaptación es un truco o una herramienta para ayudar a su hijo a usar las manos mejor y de manera más segura. Los ejemplos incluyen usar un gancho para abotonar una camisa si siente las manos débiles o aprender a controlar la temperatura del agua de la tina con la parte posterior de la mano para no quemarse.
Cómo puede ayudar la fisioterapia
Un fisioterapeuta, o FT, puede ayudar al descubrir cómo los problemas en los nervios del niño afectan su capacidad de desplazarse. El terapeuta somete a prueba la fuerza de su hijo, así como cuán lejos puede mover los brazos, las manos y los pies (rango de movimiento). También examinará el equilibrio de su hijo, la capacidad de sentir y la capacidad de caminar con normalidad. Entonces recomendará un tratamiento. El objetivo es ayudar a su hijo para que pueda moverse y jugar por sí mismo tanto como sea posible. El tratamiento puede incluir algunas o todas las siguientes actividades.
- Fortalecimiento. Ejercicios para fortalecer los músculos afectados por problemas en los nervios, como los de los pies, los tobillos y las piernas.
- Estiramiento. Estiramientos para ayudar a su hijo a continuar moviendo los tobillos normalmente mientras se recupera de los problemas en los nervios.
- Habilidades motrices gruesas. Las “habilidades motrices gruesas” son habilidades que usan los principales músculos del cuerpo, por ejemplo, para saltar, subir escaleras, agacharse y correr. El terapeuta ayudará a su hijo a trabajar en estas, si es necesario.
- Caminar. Ayudar a su hijo a caminar lo más normalmente posible, como hacer que los pies choquen o se arrastren menos o ayudarlo a aprender a caminar más rápido.
- Equilibrio. Practicar el equilibrio realizando actividades específicas, como estar de pie sobre un solo pie o caminar a lo largo de una barra de equilibrio.
- Órtesis. Una órtesis es una pieza de material que ayuda a dar apoyo a una parte del cuerpo. Por ejemplo, su hijo puede recurrir a una para dar soporte y proteger sus pies y sus tobillos, ayudarlo a levantar los pies al caminar o caminar más lejos. Un soporte de arco es un ejemplo de una órtesis común.
- Prevención de caídas. Ayudar a su hijo para evitar que se caiga y se lastime. El fisioterapeuta puede darle a su hijo una órtesis o un caminador. O puede enseñarle a usar calzado seguro y evitar las sandalias y las chanclas.
- Alivio del dolor. Aprender a aliviar el dolor con ejercicios suaves o usando diferentes calzados.
¿Preguntas?
Si piensa que su hijo puede tener problemas en los nervios por la quimioterapia, hable con el médico o el enfermero de su hijo. También puede hacer preguntas acerca de esta afección o saber si su hijo puede estar padeciéndola.
Este documento no intenta reemplazar el cuidado y atención de su médico personal o de otros servicios médicos profesionales. Nuestro objetivo es promover una participación activa en su cuidado y tratamiento proporcionándole información y educación. Preguntas sobre problemas personales de salud u opciones de tratamientos específicos deben ser tratadas con su médico.
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