¿Qué es un tumor de las vías ópticas?
Un tumor de las vías ópticas es uno que se encuentra a lo largo del sistema visual. Este sistema envía señales desde el ojo al cerebro para que una persona pueda “ver” imágenes. El sistema visual incluye el nervio óptico, el tracto óptico, el quiasma y la radiación óptica.
- Los tumores de las vías ópticas aprietan el sistema visual. Esto provoca presión, debilita las señales de imágenes que se envían al cerebro y daña la visión.
- El alcance del daño a la visión depende de dos factores:
- Ubicación del tumor.
- Qué tan precozmente se diagnostica; estos tumores pueden crecer rápida o lentamente.
- Cuanto antes se elimine la presión, más fácil será que se restaure la visión (a menudo por completo).
¿Qué tan comunes son los tumores de las vías ópticas?
- Más del 75% de estos tumores se presentan durante los primeros 10 años de vida.
- La mayoría se diagnostican en niños de 5 años de edad o menos.
- Los tumores de las vías ópticas representan el 5% de los principales tumores del sistema nervioso central en los niños.
- Los pacientes con una enfermedad llamada neurofibromatosis 1 (NF-1) corren un riesgo mayor. Hasta el 20% de estos niños podrían desarrollar también tumores de las vías ópticas.
¿Cuáles son los síntomas de un tumor de las vías ópticas?
Los síntomas de un tumor de las vías ópticas dependen de la ubicación del tumor y de la edad del niño.
- Los niños pequeños (especialmente los menores de 3 años) por lo general no se quejan de pérdida de visión hasta que es claro que necesitan un examen de sus ojos. Para ese momento, también podrían estar presentes los siguientes síntomas:
- Crecimiento más lento que lo normal
- Inclinación y meneo de la cabeza
- Movimientos rápidos de los ojos (generalmente de lado a lado)
- Ojos saltones
- Debido a que los sistemas óptico y endocrino están tan cerca uno del otro, los tumores de las vías ópticas podrían afectar también áreas controladas por el sistema endocrino, incluidas las siguientes:
- Producción de hormonas
- Apetito
- Sueño
- Equilibrio
¿Cómo se trata un tumor de las vías ópticas?
El tratamiento seleccionado depende de lo siguiente:
- Edad del paciente.
- Alcance de la pérdida de visión.
- Ubicación del tumor.
- Presencia de neurofibromatosis.
La quimioterapia, la radiación, la terapia dirigida y la cirugía, todas pueden usarse para tratar los tumores de las vías ópticas. No obstante, estos tumores son complejos. Muchos factores afectan la decisión de qué tratamiento debe usarse. El equipo clínico de St. Jude examina atentamente cada caso y crea un enfoque personalizado para cada paciente dependiendo de todos los factores involucrados.
- Quimioterapia (“quimio”) — utiliza medicamentos poderosos para destruir las células del cáncer o impedir que crezcan (se dividan) y formen más células cancerosas.
- La quimio podrá inyectarse en el torrente sanguíneo para que pueda desplazarse por el cuerpo.
- Algunos tipos de quimio se pueden administrar por vía oral.
- La terapia de combinación usa más de un tipo de quimio a la vez.
- Radioterapia — usa rayos X de altos niveles de energía u otros tipos de radiación para destruir las células cancerosas o detener su crecimiento:
- La radiación externa usa máquinas fuera del cuerpo para proporcionar la dosis de rayos X.
- Cirugía — se usa para extirpar el tejido tumoral. En general, los tumores de las vías ópticas se pueden tratar sin analizar primero una muestra del tumor para confirmar qué es. Estos son los objetivos de la cirugía:
- Extirpación completa del tumor. Debido a la ubicación de estos tumores, esto no es posible para muchos niños.
- Cuando los síntomas físicos y los informes de radiología no son típicos, la cirugía es necesaria para confirmar exactamente qué son estos tumores.
- Para conservar la visión.
- Daño mínimo o ningún daño al ojo.
¿Cuáles son los índices de supervivencia en los casos de tumores de las vías ópticas?
La mayoría de los niños con tumores de las vías ópticas sobreviven por mucho tiempo después del diagnóstico. De todos modos, estos niños podrían tener graves problemas visuales, neurológicos y otros problemas de salud. Es importante que los niños con tumores de las vías ópticas sean tratados en un centro que se concentre en la calidad de vida además de la cura.
¿Por qué elegir St. Jude para el tratamiento del tumor de las vías ópticas de su hijo?
- St. Jude tiene uno de los programas de tumores cerebrales pediátricos más grandes del país.
- El personal de St. Jude está dedicado al tratamiento de niños con enfermedades graves. Aquí encontrará un hospital y un personal con un único interés: su hijo.
- St. Jude mantiene el compromiso no sólo de encontrar curas, sino también de ayudar a los niños a mantener su calidad de vida. Los niños no son sólo gente pequeña. Sus cuerpos y sistemas son únicos, y también los trastornos que los afectan. Para obtener la mejor atención, necesitan de un equipo especializado. Eso es lo que reciben del Programa de tumores cerebrales de St. Jude.
- Al trabajar en estrecha colaboración con los neurocirujanos pediátricos de Le Bonheur Children’s Hospital en Memphis, el Programa de tumores cerebrales de St. Jude ofrece un equipo experto de médicos provenientes de muchos campos médicos. El equipo incluye: neurooncólogos, que estudian y tratan el cáncer en el cerebro y el sistema nervioso; neurocirujanos, que operan el cerebro, el cráneo, el cuero cabelludo y la médula espinal; y radiooncólogos, que tratan el cáncer con radiación. El equipo también incluye neuropatólogos, que pueden utilizar determinadas pruebas y marcadores para proporcionar el diagnóstico correcto. Sin el diagnóstico correcto no es posible administrar el tratamiento adecuado. Además, el equipo incluye neurorradiólogos altamente especializados que pueden proporcionar un informe detallado sobre el estado del tumor. Todos estos médicos han dedicado sus carreras a encontrar curas y brindar tratamiento a niños con tumores cerebrales. Estos diferentes conocimientos son vitales para la asistencia completa de los niños con tumores cerebrales.
- Nuestros médicos especialistas en tumores cerebrales trabajan junto con enfermería, servicios de rehabilitación, neuropatología, farmacia, neurorradiología, neuropsicología, el programa escolar, neurología, endocrinología, nutrición clínica, y trabajo social y vida infantil, entre muchas otras disciplinas. Los miembros del personal de apoyo se han capacitado especialmente para brindar asistencia a niños con tumores cerebrales. Estamos convencidos de que proporcionar un apoyo holístico a los niños y sus familias asegurará una mejor calidad de vida.
- La proporción entre enfermeros y pacientes en St. Jude es incomparable: un promedio de 1 por cada 3 en hematología y oncología, y 1 para cada paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos.
- El Programa de tumores cerebrales de St. Jude ha hecho grandes avances en tratamientos para pacientes con tumores cerebrales. Algunos de los mejores neurocientíficos, biólogos especializados en cáncer y médicos del mundo que integran la División de Neurobiología y la División de Tumores Cerebrales de St. Jude combinan sus esfuerzos para buscar curas. En este programa interactivo, los descubrimientos sobre la biología del crecimiento de células normales y células perjudiciales se evalúan rápidamente en estudios clínicos. Estos estudios incluyen ensayos en fase I, II y III de las formas más comunes y mortales de tumores cerebrales infantiles.
- Una de las mayores ventajas de los centros como St. Jude es poder llevar un fármaco directamente desde el laboratorio a su hijo. Antes de tratar a un paciente con un fármaco nuevo, el personal de St. Jude realiza muchas pruebas en el laboratorio. Estas pruebas muestran si el fármaco es seguro, si funciona y la mejor manera de usarlo para ayudar a los pacientes.
- St. Jude ha creado más ensayos clínicos para el cáncer que cualquier otro hospital infantil en Estados Unidos.
- St. Jude proporciona acceso a diferentes estudios de investigación que utilizan terapias dirigidas hacia marcadores tumorales específicos que pueden estar presentes en algunos casos de tumores de las vías ópticas.
- Junto con los estudios de tratamientos en constante desarrollo en St. Jude, el personal también trata a pacientes en estudios desarrollados por el Grupo de oncología infantil (Children's Oncology Group), el Consorcio sobre tumores cerebrales pediátricos (Pediatric Brain Tumor Consortium) y el Consorcio de neurooncología pediátrica del Pacífico (Pacific Pediatric Neuro-Oncology Consortium). Muchos de los integrantes del personal de St. Jude desempeñan papeles clave en el desarrollo de estos estudios, que son pruebas de grandes dimensiones que se realizan en distintos centros de los Estados Unidos.
- St. Jude ofrece una atención al paciente centrada en la familia. La atención al paciente centrada en la familia es la asistencia médica enfocada en la familia como principal fuente de fortaleza, apoyo y bienestar del niño. En el centro mismo de la atención a pacientes centrada en la familia está la creencia de que el personal de asistencia médica y la familia son socios que trabajan juntos para atender las necesidades del niño de la mejor manera posible. Cuando trabajamos juntos y respetamos la experiencia que cada uno de nosotros aporta a cada encuentro de asistencia médica, logramos la excelencia en la asistencia médica.
- St. Jude es el único Centro Integral para el Cáncer designado por el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) exclusivamente dedicado a los niños.
El sitio web de St. Jude está diseñado con fines educativos solamente y no intenta proporcionar asesoramiento médico ni servicios profesionales. La información proporcionada a través de este sitio no debería usarse para diagnosticar o tratar un problema de salud o una enfermedad. Esto no es un sustituto de la atención profesional. Si tiene o sospecha que podría tener un problema de salud, debe consultar a su proveedor de atención médica.