¿Qué es un tumor de los plexos coroideos?
Los tumores de los plexos coroideos (TPC) comienzan en el cerebro, dentro de unas zonas llamadas ventrículos, que están llenas de líquido cefalorraquídeo. A medida que los TPC crecen, bloquean el flujo de líquido cefalorraquídeo. Esto puede aumentar la presión en el cerebro y hacer que el cráneo se agrande.
Un TPC puede ser no canceroso (benigno) o canceroso:
- El papiloma de los plexos coroideos (PPC) y el papiloma atípico de los plexos coroideos son no cancerosos y representan la mayoría de los tumores de los plexos coroideos. Estos tumores crecen lentamente y rara vez se extienden a otras partes del cerebro o de la médula espinal.
- El carcinoma de los plexos coroideos (CPC), la forma cancerosa, crece más rápido y es mucho más probable que se extienda hacia el líquido cefalorraquídeo e invada los tejidos cercanos.
¿Cuán comunes son los tumores de los plexos coroideos?
En general, los tumores de los plexos coroideos son raros y representan solo alrededor del 3% de los tumores cerebrales en niños.
Son más comunes en bebés, pero pueden ocurrir a cualquier edad. Los tumores de los plexos coroideos representan entre el 10 y el 20% del total de tumores cerebrales diagnosticados en niños desde el nacimiento hasta el año de edad.
Los papilomas de los plexos coroideos (PPC) representan alrededor del 80% del total de tumores de los plexos coroideos.
Los carcinomas de los plexos coroideos (CPC) representan entre el 10 y el 20% del total de tumores de los plexos coroideos de la niñez.
¿Cuáles son los síntomas de los tumores de los plexos coroideos?
Los síntomas de los TPC varían dependiendo de la ubicación del tumor, de su tamaño y de la edad del paciente. Si su hijo tiene un TPC, los síntomas pueden incluir lo siguiente:
- Dolores de cabeza
- Náusea y vómitos (que son peores en la mañana y mejoran a medida que transcurre el día)
- Irritabilidad y energía disminuida
Un bebé o niño pequeño con un TPC podría tener problemas para alimentarse o caminar. También es posible que la fontanela (el “punto blando” en la parte superior del cráneo) del niño se vea más prominente.
¿Cómo se tratan los tumores de los plexos coroideos?
- Cirugía — es la forma más común de tratamiento de los TPC, salvo en pacientes que no deben someterse a cirugía debido a su edad, a su estado de salud o a la ubicación del tumor. El objetivo de la cirugía es extraer tanto del tumor como se pueda.
- La mayoría de los pacientes con papiloma de los plexos coroideos no necesitará otro tratamiento después de la extirpación completa del tumor. A otros pacientes tal vez se les deba introducir una derivación (tubo) para drenar el líquido adicional.
- Los niños con carcinoma de los plexos coroideos son sometidos a cirugía para extraer la mayor cantidad posible del cáncer. Estos pacientes a menudo necesitan más tratamiento con quimioterapia y radioterapia para matar las células cancerosas que queden después de la cirugía.
- Quimioterapia (“quimio”) — utiliza medicamentos potentes para matar las células del cáncer o impedir que crezcan (se dividan) y formen más células cancerosas.
- La quimio podrá inyectarse en el torrente sanguíneo para que pueda desplazarse por el cuerpo.
- Algunos tipos de quimio se pueden administrar por vía oral.
- La terapia de combinación usa más de un tipo de quimio a la vez.
- Radioterapia — usa rayos X de altos niveles de energía u otros tipos de radiación para destruir las células cancerosas o detener su crecimiento:
- La radiación externa usa máquinas fuera del cuerpo para proporcionar la dosis de rayos X.
¿Por qué elegir St. Jude para el tratamiento del tumor de los plexos coroideos de su hijo?
- St. Jude tiene uno de los programas de tumores cerebrales pediátricos más grandes del país.
- El personal de St. Jude está dedicado al tratamiento de niños con enfermedades graves. Aquí encontrará un hospital y un personal con un único interés: su hijo.
- St. Jude mantiene el compromiso no sólo de encontrar curas, sino también de ayudar a los niños a mantener su calidad de vida. Los niños no son sólo gente pequeña. Sus cuerpos y sistemas son únicos, y también los trastornos que los afectan. Para obtener la mejor atención, necesitan de un equipo especializado. Eso es lo que reciben del Programa de tumores cerebrales de St. Jude.
- Al trabajar en estrecha colaboración con los neurocirujanos pediátricos de Le Bonheur Children’s Hospital en Memphis, el Programa de tumores cerebrales de St. Jude ofrece un equipo experto de médicos provenientes de muchos campos médicos. El equipo incluye: neurooncólogos, que estudian y tratan el cáncer en el cerebro y el sistema nervioso; neurocirujanos, que operan el cerebro, el cráneo, el cuero cabelludo y la médula espinal; y radiooncólogos, que tratan el cáncer con radiación. Todos estos médicos han dedicado sus carreras a encontrar curas y brindar tratamiento a niños con tumores cerebrales. Estos diferentes conocimientos son vitales para la asistencia completa de los niños con tumores cerebrales.
- Nuestros médicos especialistas en tumores cerebrales trabajan junto con el personal de apoyo de enfermería, servicios de rehabilitación, neuropatología, farmacia, neurorradiología, neuropsicología, nutrición clínica, y trabajo social y vida infantil, entre muchas otras disciplinas. Los miembros del personal de apoyo se han capacitado especialmente para brindar asistencia a niños con tumores cerebrales pediátricos.
- La proporción entre enfermeros y pacientes en St. Jude es incomparable: un promedio de 1 por cada 3 en hematología y oncología, y 1 para cada paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos.
- El Programa de tumores cerebrales de St. Jude ha hecho grandes avances en tratamientos para pacientes con tumores cerebrales. Algunos de los mejores neurocientíficos, biólogos especializados en cáncer y médicos del mundo que integran la División de Neurobiología y la División de Tumores Cerebrales de St. Jude combinan sus esfuerzos para buscar curas. En este programa interactivo, los descubrimientos sobre la biología del crecimiento de células normales y células perjudiciales se evalúan rápidamente en estudios clínicos. Estos estudios incluyen ensayos en fase I, II y III de las formas más comunes y mortales de tumores cerebrales infantiles.
- Una de las mayores ventajas de los centros como St. Jude es poder llevar un fármaco directamente desde el laboratorio a su hijo. Antes de tratar a un paciente con un fármaco nuevo, el personal de St. Jude realiza muchas pruebas en el laboratorio. Estas pruebas muestran si el fármaco es seguro, si funciona y la mejor manera de usarlo para ayudar a nuestros pacientes.
- St. Jude ha creado más ensayos clínicos para el cáncer que cualquier otro hospital infantil en Estados Unidos.
- Junto con los estudios de tratamientos en constante desarrollo en St. Jude, el personal también trata a pacientes en estudios desarrollados por el Grupo de oncología infantil (Children's Oncology Group), el Consorcio sobre tumores cerebrales pediátricos (Pediatric Brain Tumor Consortium) y el Consorcio de neurooncología pediátrica del Pacífico (Pacific Pediatric Neuro-Oncology Consortium). Muchos de los integrantes del personal de St. Jude desempeñan papeles clave en el desarrollo de estos estudios, que son pruebas de grandes dimensiones que se realizan en distintos centros de los Estados Unidos.
- St. Jude ofrece una atención al paciente centrada en la familia. La atención al paciente centrada en la familia es la asistencia médica enfocada en la familia como principal fuente de fortaleza, apoyo y bienestar del niño. En el centro mismo de la atención a pacientes centrada en la familia está la creencia de que el personal de asistencia médica y la familia son socios que trabajan juntos para atender las necesidades del niño de la mejor manera posible. Cuando trabajamos juntos y respetamos la experiencia que cada uno de nosotros aporta a cada encuentro de asistencia médica, logramos la excelencia en la asistencia médica.
- St. Jude es el único Centro Integral para el Cáncer designado por el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) exclusivamente dedicado a los niños.
El sitio web de St. Jude está diseñado con fines educativos solamente y no intenta proporcionar asesoramiento médico ni servicios profesionales. La información proporcionada a través de este sitio no debería usarse para diagnosticar o tratar un problema de salud o una enfermedad. Esto no es un sustituto de la atención profesional. Si tiene o sospecha que podría tener un problema de salud, debe consultar a su proveedor de atención médica.