Pasar las fiestas navideñas en un hospital no es lo ideal pero a mamá de Felicity nos cuenta en sus propias palabras cómo lograron traer el espíritu navideño a St. Jude Children's Research Hospital con regalos y decoraciones.
Como mamá primeriza, yo estaba muy ilusionada con la primera Navidad de nuestra beba Felicity. Nunca imaginé que estaríamos en el hospital durante esa fecha y ciertamente nunca soñé que la pasaríamos luchando por su vida. Pero tras un examen físico rutinario, los doctores descubrieron que nuestra bebé tenía varios tumores agresivos en el cerebro y la columna vertebral. Unas semanas más tarde, Felicity ya estaba recibiendo tratamiento en St. Jude Children’s Research Hospital en Memphis, Tennessee, y los tres estábamos viviendo en un apartamento provisto en forma gratuita por St. Jude.
Llegó diciembre y todo daba a entender que ese apartamento de St. Jude sería nuestro “hogar para pasar las fiestas navideñas”. Y justo antes de Navidad, Felicity comenzó a tener episodios de fiebre, se sentía muy mal y fue admitida en el hospital. Yo sabía que íbamos a pasar Nochebuena y Navidad en el hospital. Suelo ser una persona muy alegre, pero ese día me sentía cansada y angustiada.
Estaba sentada en el sillón reclinable del hospital con Felicity acurrucada sobre mi pecho, con lágrimas rodando por mis mejillas. De repente, la puerta de nuestra habitación se abrió, y nos sorprendieron con canciones navideñas. Era nuestro propio coro de villancicos. Un equipo de médicos, enfermeros y personal de St. Jude les cantaban a los pacientes y sus familias, de a una habitación a la vez. Gestos como este son los que hacen de St. Jude un lugar tan especial, y fue la mejor medicina para mí. Decidí que no iba a permitir que el estar internados en el hospital nos impidiera celebrar. ¡Después de todo, era la primera Navidad de Felicity!
Regalos para Felicity
Más tarde ese día, Brittney, nuestra especialista de Child Life, pasó a visitarnos y nos explicó que Santa Claus entrega regalos a cada paciente en la mañana de Navidad, y piden a los padres que vayan a escoger los regalos que crean que a sus hijos les gustarán. Esperaba que fuera divertido elegir algunas cositas para ella pero la experiencia fue MUCHO más que eso. Había como ocho habitaciones, todas llenas de juguetes, desde el piso hasta el techo, y cada habitación estaba clasificada por edad y sexo. ¡WOW! ¡Santa le daría tantos juguetes a Felicity! Casi me sentí culpable. ¡¡Parecía una locura elegir TANTOS juguetes para mi hija!!
Luego me enteré de que estos juguetes habían sido donados por familias, empresas, tiendas, organizaciones, y fue como una caricia al alma. Mi marido y yo le habíamos comprado a Felicity uno o dos regalos en la tienda de regalos de St. Jude, y por supuesto, nuestros familiares tenían algunos regalos para ella, pero nunca hubiéramos tenido el tiempo para darle todo eso. Me sentí tan agradecida. Las almas bondadosas de los demás llenaron mi corazón del espíritu navideño.
Las decoraciones navideñas iluminaron nuestra habitación en el hospital
Algo sobre mí: AMO la Navidad, y ME ENCANTA decorar para estas celebraciones. Decoramos la habitación del hospital con un árbol de Navidad de tres pies, adornos y muchas lucecitas navideñas. Hicimos copos de nieve y una guirnalda de cartulina para colgar en la ventana. Teníamos medias y calcomanías de bastones de menta. Todos hablaban sobre nuestra habitación - ¡venían enfermeras de otras unidades para verla!
Aquí quiero hacer una pausa para decir que mi marido y yo estamos encantados con las habitaciones de St. Jude. Son espaciosas, limpias y tienen en cuenta la comodidad de los padres ya que además, ofrecen una habitación separada para los padres donde contamos con un sofá-cama, una ducha y un escritorio para trabajar.
Antes de venir a St. Jude, pasamos muchas noches durmiendo en incómodas sillas de jardín en otros hospitales. St. Jude pensó en todo al construir estas habitaciones para sus pacientes. Coronamos nuestro espíritu navideño haciendo que la habitación se iluminara de color y disfrutando de nuestra película navideña favorita, provista por St. Jude.
El mejor regalo de todos
En la mañana de Navidad, Santa no nos decepcionó. Entregó dos grandes bolsas llenas de regalos envueltos. ¡Ayudamos a Felicity a abrir regalos durante todo el día! La Navidad en St. Jude puede que no haya sido la forma en que me imaginé pasar las fiestas, pero estaré por siempre agradecida.
El mejor regalo de todos lo recibimos el día que llegamos a St. Jude. No porque nunca hayamos recibido una factura, no porque nos dieron dinero para la comida, no porque nos dieron un apartamento donde vivir – todo esto es cierto. Sino porque además nos dieron esperanza y a mi hija le brindaron la oportunidad de vivir. ¡St. Jude nos dio el regalo de ser una familia de tres por primera vez! No puedo explicar con palabras cuánto significa St. Jude para nosotros, y cuánto nos ayudaron. Gracias a St. Jude, pasamos nuestra próxima Navidad en nuestro propio hogar, con decoraciones navideñas y rodeados de toda nuestra familia y amigos, con Felicity.
Hoy, Felicity tiene 3 años y goza de buena salud. Sabe contar hasta 30, le encanta cantar, y está tomando clases de gimnasia artística. Además, está por convertirse en hermana mayor y ha estado jugando con sus muñecas para prepararse para su nuevo rol en la familia. No podríamos estar más felices.
A todos los padres que están en el hospital esta Navidad: ¡No se den por vencidos! ¡Sigan luchando! Todos ustedes son padres fuertes e increíbles. ¡Les deseamos una Feliz Navidad!