Desde muy pequeño, Raúl (conocido como Kiki) ha sido un niño muy activo y juguetón. A él le encanta practicar deportes, especialmente fútbol y baloncesto. Fue durante un juego de baloncesto, que su madre, Elida, se dio cuenta que Kiki se caía más de lo normal. Ella lo llevó a la sala de urgencias, en donde una tomografía reveló la causa de sus caídas. Kiki padecía de un tumor canceroso llamado meduloblastoma en su cerebro.
Después de someterse a una cirugía para remover el tumor en su ciudad natal, Kiki y su familia viajaron a St. Jude Children’s Research Hospital. En St. Jude, Kiki se sometió a un plan de tratamiento que incluyó quimioterapia y radiación.
En St. Jude, las familias nunca reciben una factura por su tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación – porque en St. Jude las familias solo se dedican a ayudar a sus hijos a vivir.
Hoy, Kiki ha terminado con su tratamiento y la familia regresa a St. Jude para sus chequeos regulares. “En St. Jude, todo es para los niños”, dijo Elida. “St. Jude es un pedacito del cielo”.
Nota del editor: Sentimos informarle que Kiki perdió su batalla contra el cáncer en diciembre del 2019.