Lily y su hermana gemela, Emmy, son inseparables.
Luego de que Lily desarrollara repentinamente un nudo en su espalda, le siguió un diagnóstico de rabdomiosarcoma, así que se volvió aún más importante para su familia que las niñas permanecieran juntas. St. Jude hizo que eso fuese posible.
En St. Jude, Lily recibió quimioterapia, cirugía y terapia de protones.
“St. Jude es uno de los mejores lugares donde puedes estar, aunque no quieres que nadie tenga la necesidad de ir”, dijo Michelle, la mamá de las niñas.
Las familias, como la de Lily, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Hoy, Lily y Emmy están de vuelta a casa y a sus actividades. Son curiosas, valientes y ocupadas; además, les encanta conocer personas nuevas, cantar y bailar. Lily permanece libre de cáncer.
En St. Jude hacen hasta lo imposible para asegurarse de cubrir todas las necesidades de Lily y de la familia.
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