Durante las navidades del 2020, algo andaba un poco mal con la pequeña Mikayla, quien al momento solo tenía un añito.
Se veía pálida. No quería comer o jugar. No se reía, aun cuando le hacían cosquillas.
Una prueba de sangre mostró que su hemoglobina estaba baja, por lo que fue hospitalizada para recibir varias transfusiones de sangre que la ayudaron a sentirse mejor, pero solo temporalmente.
Más adelante, una biopsia de médula ósea reveló que tenía cáncer de sangre.
Familias, como la de Mikayla, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Mikayla fue referida a St. Jude Children’s Research Hospital , donde su cáncer fue identificado como leucemia mieloide aguda.
Alrededor de este mismo tiempo, la bisabuela de Mikayla recibió un certificado de agradecimiento por apoyar la misión de St. Jude, ya que le había hecho donaciones por más de una década. A ella esto le pareció un símbolo esperanza.
Mikayla se sometió con éxito a la quimioterapia. Ya culminó el tratamiento y se siente mucho mejor.