Miguel tenía apenas 2 meses cuando su mamá, Liliana, comenzó a notar en las fotos un brillo en los ojos del pequeño. Tan solo tres meses después, unos estudios revelaron que Miguel tenía retinoblastoma, un tipo de cáncer de ojos. Tenía tumores en ambos ojos.
En México el tratamiento hubiera sido el de removerle ambos ojos a Miguel. Pero una vez referido a St. Jude, los doctores fueron capaces de dar a la familia de Miguel la esperanza de que su vista podría ser salvada.
Al principio Liliana estaba muy preocupada de tener que pagar por todo ya que ella no estaría trabajando durante el largo tratamiento de Miguel. Pero para su alivio supo que en St. Jude, las familias nunca reciben una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Los doctores lucharon para salvar ambos ojos de Miguel, pensando siempre en su bienestar general. El tratamiento de Miguel consistió en una combinación de quimioterapia, tratamiento con láser y crioterapia. Además, recibió terapia física, ocupacional y del habla, lo cual lo ayudó a seguir alcanzando logros en su desarrollo y crecimiento.
Gracias al tratamiento que Miguel recibió en St. Jude, la vista en uno de sus ojitos fue salvada.
Para aquellos que apoyan a St. Jude, Liliana tiene un mensaje de agradecimiento, "no sé lo que hubiéramos hecho sin la ayuda de St. Jude y del apoyo de personas como tú", dice ella al final.
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