Jazzy es la más pequeña de tres hermanos y la única niña. Es la luz de los ojos de su familia. Antes de recibir su diagnóstico de cáncer, Jazzy era una niña muy activa, siempre estaba corriendo, saltando y jugando. “Le encanta saltar en el trampolín y jugar dodgeball con sus primos”, dijo su mamá, Mykel. “Y le encanta ir a la playa con sus perros”.
Jazzy, paciente de St. Jude con su mamá y abuelita.
A fines de 2018, Jazzy comenzó a vomitar y a perder el equilibrio. Sus padres la llevaron al pediatra, quien ordenó que le hicieran una resonancia magnética. “Cuando el médico nos dijo que tenía un tumor en el cerebro, que Jazzy tenía cáncer, sentimos que todo se derrumbaba a nuestro alrededor”, dijo Mykel. "Fue devastador".
Jazzy junto a su abuelita.
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En St. Jude, el tratamiento de Jazzy incluyó 30 ciclos de terapia de protones y cuatro ciclos de quimioterapia. “En St. Jude, Jazzy comenzó su tratamiento de inmediato. Amamos a las enfermeras de Jazzy y a todo el personal. Su médico es brillante”, comentó Mykel.
A Jazzy le encanta la escuela y su materia favorita son las matemáticas. Ella disfruta de hacer manualidades y jugar con "slime"; también le gusta bailar y leer. Jazzy ha terminado con su tratamiento y regresa a St. Jude para sus chequeos regulares.
Jazzy, paciente de St. Jude
En St. Jude hacen que no tengamos que preocuparnos por nada, para que podamos concentrarnos en Jazzy.
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