Como familia de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos estacionada en el extranjero, la familia de Griffin vivía en Alemania cuando le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda el Día de los Veteranos de 2019.
El hospital local confirmó que era vital que comenzara la quimioterapia en 48 horas. Para la familia de Griffin, se sentía muy importante volver a los Estados Unidos. "Cuando pasan cosas malas, quieres volver a casa", dijo su madre, Jennifer.
Consiguieron que les aceptaran en St. Jude, y 12 horas después del diagnóstico, Griffin y Jennifer estaban en un avión.
Jennifer estaba segura de que Griffin recibiría la mejor atención médica, pero le preocupaba perder su sistema de apoyo militar en este momento de crisis. Pero, dijo:
Familias, como la de Griffin, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
A Griffin aún le queda mucho más tratamiento, pero él y su familia continúan aferrándose a la esperanza que brinda St. Jude.
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