Eleanor tiene un alma alegre.
Incluso durante su tratamiento para cáncer, ella fue algo así como una embajadora de buena voluntad en los pasillos de St. Jude Children's Research Hospital en Memphis, Tennessee.
Ella se acerca a cualquiera y le da un abrazo en la pierna y le saluda. Espero que cuando la gente la vea en los pasillos, también se alegren.
Las familias, como la de Eleanor, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Pero Eleanor no sólo es dulce; también es, en palabras de su madre, traviesa.
"En el momento en que le dices que no puede hacer algo, ella dice: 'Voy a hacerlo'".
Esta determinación le ha servido bien, ya que ha estado superando problemas médicos desde el día en que nació.
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Uno de estos retos comenzó cuando, en su primer cumpleaños, Eleanor llegó a St. Jude para el tratamiento de un tipo de leucemia mieloide aguda asociada con el síndrome de Down.
No puedo imaginarme cómo sería la vida después del tratamiento si nos preocupáramos por las facturas. Estoy seguro de que sería significativo hasta el punto de que tendríamos que tener dos trabajos cada uno, y entonces eso es más tiempo lejos de ella.
Algunas de las cosas favoritas de Eleanor son correr, salpicar en el agua, llamar la atención de la gente y la comida (¡incluso el brócoli crudo!).
Eleanor se sometió con éxito a la quimioterapia, completando su tratamiento en noviembre de 2019.
Ahora está de vuelta a casa.
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