Cameron es el niño con la sonrisa mágica.
Su padre, Wardell, dice que, “desde aproximadamente los 5 meses de edad, sabíamos que él tenía algo especial. Todos los padres dicen eso, pero estoy siendo honesto. Él es de una familia de seis hijos, pero él está a otro nivel”. Cameron es un niño muy cariñoso y tiene algo que atrae a las personas hacia él.
En 2016, cuando Cameron estaba en el segundo grado, se cayó de la escalera mientras jugaba con sus hermanos. Después de esa caída, Cameron no podía caminar. Su papá lo tuvo que llevar en brazos a una sala de urgencias. Fue ahí donde una resonancia magnética reveló tumores en tres lugares distintos de su columna vertebral. Además, una segunda resonancia mostró un tumor en su cerebro.
“Escuchas que puede ser un tumor en el cerebro y. . . pareciera que no escuchas más", dijo Wardell. "Es como si tu cuerpo se separara de tu mente. Fuera de la realidad. Pero estábamos preparados para hacer todo para luchar por nuestro hijo". Eso significó que la familia viniera a St. Jude Children’s Research Hospital.
Luego de someterse a tres cirugías para extirpar los tumores en un hospital infantil en su estado de residencia, Cameron y su familia fueron referidos a St. Jude y llegaron alrededor del Día de Acción de Gracias.
Los tratamientos descubiertos y desarrollados en St. Jude han ayudado a incrementar la tasa de supervivencia general del cáncer infantil de un 20%, cuando el hospital abrió sus puertas en 1962, a un 80% en la actualidad. Y no descansaremos hasta que ningún niño muera de cáncer.
St. Jude ha avanzado mucho en sus investigaciones para combatir el meduloblastoma. En St. Jude, Cameron empezó un plan de tratamiento que incluyó radiación y quimioterapia. "A pesar de que Cameron estaba bajo tratamiento", relata su padre, "tuvimos la oportunidad de regresar a casa para celebrar la Navidad. Estábamos tan felices porque somos una familia muy cercana y no estamos acostumbrados a estar separados. Pero cuando llegamos a casa, Cameron y yo estábamos ansiosos porque St. Jude es un lugar mágico. El nivel de servicios es excepcional y nos sentíamos más seguros en St. Jude que en nuestra propia casa".
"Le dije a mi esposa que teníamos que ser donantes. Teníamos que donar a St. Jude. Ella me respondió, ‘yo ya te gané'. Su lugar de trabajo participaba en la campaña de donación de empleados y ella llevaba cinco años donando al hospital, mucho antes de la enfermedad de nuestro hijo”.
Cameron completó su tratamiento en el verano de 2017 pero todavía regresa a St. Jude para sus chequeos de rutina, durante los cuales usa su sonrisa para iluminar el hospital.
Fue a través de la enfermedad de Cameron que aprendimos a mantener nuestra esperanza en la humanidad. St. Jude nos recordó que hay más personas buenas que malas en este mundo.
“Aunque él sea tan solo un niño, es mucho más fuerte que yo”, dijo Wardell. “Él nunca se ha quejado y ha sido un ejemplo para todos los que han estado a su alrededor. Una de las cosas que aprendí de esta experiencia es que no puedes dar la vida por hecha, tienes que valorar las cosas pequeñas. Si mantienes una perspectiva positiva y sigues para adelante, puedes impactar a las personas que están a tu alrededor".
Septiembre es el Mes de Concientización del Cáncer Infantil
Terminemos con el cáncer infantil. Todos juntos.
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