Nací en Matamoros, México, que está a más de 900 millas del campus de St. Jude Children’s Research Hospital en Memphis, Tennessee, pero nunca me sentí más en casa como en el año pasado.
Eso es porque me siento muy afortunada de estar rodeada de un grupo de colegas muy solidario que me ha dado la bienvenida con sus brazos abiertos desde mi primer día de trabajo como programadora de citas de pacientes en octubre de 2014. Soy una de las 21 enfermeras registradas en el Departamento de programación de citas de pacientes y nuestro trabajo implica coordinar las necesidades de citas de los pacientes asignados a cada una de nuestras clínicas de atención primaria.
Estoy agradecida de trabajar en St. Jude por las personas talentosas con las que trabajo y colaboro todos los días y por toda la esperanza que les dan a nuestros pacientes y familias. Estoy agradecida de ser una pequeña parte de eso y de contribuir en una misión tan grande.
Aunque trabajamos con pacientes y familias que están pasando por momentos muy difíciles, todos tienen una actitud positiva y creo que es una bendición trabajar en St. Jude todos los días. Lo siento como una familia y mis compañeros de trabajo me hicieron sentir parte del equipo desde el comienzo.
He vivido en Estados Unidos por dos décadas como residente permanente, pero en septiembre terminé oficialmente el proceso para ser ciudadana estadounidense a través de la naturalización. El proceso de tres meses incluyó solicitudes, pruebas orales y escritas y terminó con un juramento final. Yo estaba muy entusiasmada por convertirme en una ciudadana oficial y una de mis compañeras de trabajo apareció en mi ceremonia con su familia para mostrar su apoyo. Durante el proceso, mis compañeros de trabajo me hacían preguntas acerca de la historia y los eventos recientes de EE. UU. para el examen oral. Estaba muy feliz y orgullosa de responder cada una de esas preguntas correctamente.
Con un espíritu estadounidense auténtico, todo mi departamento me sorprendió con una fiesta sorpresa con temática estadounidense en el trabajo, con perros calientes, frijoles horneados, ensalada de papa y un pastel enorme con el glaseado de estrellas y franjas en rojo, blanco y azul.
Yo sentía que EE. UU ya me había adoptado, pero este año, me emociona celebrar las fiestas navideñas como ciudadana estadounidense por primera vez. Deseo ondear la bandera el 4 de julio y votar por primera vez, eso me entusiasma mucho.
St. Jude es una institución verdaderamente internacional y ha tenido empleados de más de 100 países a lo largo de toda su historia. Las banderas de cada una de esas naciones están en nuestra torre de investigación para recordarnos nuestra diversidad. Si bien muchos de nosotros estamos lejos de casa, estoy muy agradecida de venir a trabajar todos los días a un lugar que hace que el mundo sea un poco más pequeño y mucho más luminoso.
Laura Conrad, BSN, RN es una encargada de programar las citas de pacientes en el Departamento de enfermería y trabaja en las clínicas de tumores sólidos y hematología.
Oportunidades profesionales y capacitación en St. Jude
En St. Jude, su desempeño profesional marca una diferencia. Ofrecemos destacadas oportunidades en las ciencias básicas y traslacionales, investigación clínica, atención al paciente y muchas otras áreas para personas talentosas.