Aprecio cada momento extra que tuve con mi hijo
Amelia, mamá de Juan, quien fue paciente de St. Jude
Amelia perdió a su hijo por cáncer. Todo comenzó cuando Juan tenía 9 años y los analísis en Arizona revelaron que tenía un tumor canceroso en el cerebro poco común. Con el tratamiento que recibió en St. Jude, Juan pudo tener seis años más de vida.
Ya han pasado 3 años y medio de su partida y Amelia se preocupa por mantener vivo su legado. “Tenemos que seguir hablando de él”, dijo Amelia. “Así es como evitamos que sea olvidado”.
Pero la vida sorprendió a Amelia una vez más. En febrero de 2013, recibió la noticia que tenía cáncer. Sin pensarlo dos veces, se sometió a una doble mastectomía, quimioterapia y radiación, acompañado de una terapia hormonal para prevenir que el cáncer regresara.
Su condición no impidió que estuviera con Juan hasta su último momento. “Estaba rota, todavía lo estoy y siempre lo estaré. Sin embargo, estoy agradecida que St. Jude me haya dado tiempo con Juan. Tiempo con su familia. Tiempo que le dijeron en primera instancia que no tendría” expresó Amelia. “Aprecio cada momento extra que tuve con mi hijo”.
Arte por Olivia, paciente de St. Jude
María Belén, llegó a St. Jude, luego que su hijo Sebastián fuera diagnosticado con meduloblastoma. Desde ese momento, le tocó sumar a su ya larga lista de responsabilidades, uno de los más grandes retos: cuidar y brindar apoyo a su pequeño durante su tratamiento. “Una como mujer y mamá tiene tantos roles, pero lo hacemos de forma desinteresada porque es la esencia de la mujer; es instintivo el querer ser buena mamá, hija, amiga”, dijo María Belén.
¡Me gradué para que mis hijos vieran que los sacrificios sí dan frutos!
Belén, mamá de Sebastián, paciente de St. Jude
Para esta valiente mamá y mujer, el amor y la fe fueron los motores que la sostuvieron para atravesar la enfermedad de su hijo. También, la llevaron a tomar la decisión de volver a la escuela. “Si Sebastián a pesar de sus malestares va a su escuela, yo no tengo ninguna excusa para no hacerlo. Él fue el mejor ejemplo para mí”, dijo.
¡Y así lo hizo! María Belén logró graduarse en medios audiovisuales con honores en la Universidad Internacional de Florida, por sus siglas en inglés, FIU. “El amor por los hijos, por mostrarles que se puede salir adelante y que los sacrificios sí dan frutos jugaron un papel fundamental. Ellos son mi motivación número uno”.
En el momento uno no piensa que es un sacrificio.
Dahiana, mamá de Dahilaris, paciente de St. Jude
Dahiana nunca imaginó que llegaría a St. Jude desde Puerto Rico. Su valiente niña de solo cuatro años, Dahilaris recibió un diagnóstico de neuroblastoma y fue entonces cuando ambas partieron de su país, sin pensarlo dos veces, para comenzar el tratamiento lo antes posible.
Una de las anécdotas que define la maternidad y fortaleza de Dahiana fue, cuando se recortó su pelo largo que sobrepasaba su cintura, junto a su hija y su vecina. “Cuando Dahiralis perdió el pelo, muchos en mi familia se rasparon la cabeza, y yo que era la mamá, también me lo pregunté y lo hice. Mi nena fue quien me cortó el pelo”. Dahiana explica que su propósito era dejarle saber a su hija, Dahilaris, que con cabello o sin él, ella era hermosa y que no era algo para preocuparse. “En el momento uno no piensa que es un sacrificio.”
“Gracias a la esperanza que tuve y puse en mi hija en St. Jude, ahora tengo a mi esperancita, ya que su segundo nombre es Hope, y ahora ella está aquí conmigo”, expresó Dahiana.