Carlos acostumbraba correr para relajarse y para mantenerse en forma. Se había graduado de preparatoria y durante su primer año de universidad Carlos se sentía en la cima del cielo. Con toda la vida por delante, miraba al futuro para graduarse y completar una carrera. Pero el descubrimiento de una masa de tejido en su rodilla derecha cambió sus planes.
Una biopsia confirmó que Carlos padecía de liposarcoma, un tumor canceroso de tejido suave que los doctores recomendaron extraer. Carlos se sometió valientemente a cirugía. Posteriormente, el médico lo refirió a St. Jude Children's Research Hospital para continuar con su tratamiento.
En St. Jude, la familia entera afrontó las circunstancias con mayor tranquilidad "vi el cambio en mi madre cuando supimos que vendríamos a St. Jude", dijo Carlos.
"Ella me decía 'vamos a estar bien'. Mi madre siempre fue optimista sobre el trabajo que se hace aquí. St. Jude le trajo un sentimiento de tranquilidad que ningún otro hospital le había dado".
En St. Jude, las familias nunca reciben una factura por su tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación – porque en St. Jude las familias solo se dedican a ayudar a sus hijos a vivir.
"Mi madre siempre fue optimista sobre el trabajo que se hace aquí. St. Jude le trajo un sentimiento de tranquilidad que ningún otro hospital le había dado"
Carlos se sometió en St. Jude a dos cirugías adicionales para asegurarse de que el cáncer no existiera, además de 35 rondas de radioterapia.
"Una de las partes más duras de someterse a tratamiento, fue ir de correr, a tener que usar muletas o silla de ruedas" dijo Carlos.
Ahora Carlos está terminando su tratamiento, ha culminado la universidad, y una maestría en Administración de Salud.
Carlos ha vuelto a disfrutar del atletismo, y recientemente corrió su primer medio maratón durante el St. Jude Rock N’ Roll Nashville, en donde la gente le apoyó y reconoció, como el valiente héroe que es.
Ayude a dar esperanza a familias como la Carlos convirtiéndose en Ángel de Esperanza hoy mismo.