Hace más de 60 años un hospital abrió sus puertas en Memphis
Danny Thomas buscó refugio en San Judas Tadeo, el santo patrón de las causas desesperadas, para hacer una promesa y poder realizar su sueño:
“Muéstrame el camino en la vida y te construiré un santuario”.
El resultado de esta promesa es St. Jude, un hospital que brinda tratamiento a algunos de los niños más enfermos del mundo, sin importar de su raza, etnicidad, creencias ni la situación económica de sus familias. Nuestros pacientes reciben la atención personalizada que necesitan para tratar el cáncer infantil y otras enfermedades que amenazan la vida, independientemente de las barreras que puedan enfrentar.
* Disponible en inglés
Todavía hoy, las familias nuncan reciben una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
¡1 de cada 10 pacientes nuevos de St. Jude es hispano o latino!
Nuestra misión es global
Gracias a donantes generosos como tú, hemos logrado incrementar la tasa de supervivencia del cáncer infantil de un 20 %, cuando el hospital abrió sus puertas en 1962, a más de un 80 % en los Estados Unidos en la actualidad.
Sin embargo, nuestra labor no ha terminado. En muchos países en desarrollo, menos de uno de cada cinco niños con cáncer sobrevive.
St. Jude está trabajando para cambiar esta estadística.
Todos los niños merecen tener la oportunidad de vivir plenamente y celebrar cada momento de su vida. Cuando apoyas a St. Jude, ayudas a darle esa oportunidad a los niños con cáncer en todo el mundo. Juntos, podemos salvar más vidas.
Tú eres parte del legado de St. Jude
A lo largo de nuestra historia, personas como tú han brindado a innumerables niños una esperanza para el futuro.
Ya sea haciendo una donación o regalando tu tiempo como voluntario, ayúdanos a continuar cumpliendo la promesa hecha desde nuestra fundación.
En St. Jude, creemos que todos los niños deben recibir la atención de calidad que merecen. Gracias a que la mayoría de los fondos de St. Jude proviene de generosos donantes, podemos centrarnos en lo más importante: salvar la vida de los niños independientemente de su situación económica.
Una misión familiar
Los hijos de Danny tomaron las riendas después de su fallecimiento en 1991. La familia Thomas ha dedicado su vida a ayudarnos a continuar con nuestra misión de salvar vidas.